El estilo Sarkozy
Por VICENTE J.SANJUÁN
Francia es, junto a Marruecos, nuestro enemigo tradicional; con el que nos hemos invadido a lo largo de los siglos, pero en estos días del III milenio es un país que cuenta con un líder al que envidiamos: Nicolás Sarkozy.
Dentro de la derecha, así como en la izquierda, hay corrientes ideológicas y Sarkozy encarna la corriente liberal que apoya al individuo en detrimento del Estado. Busca la responsabilidad personal y el mérito más que el dirigismo estatal. Al poco tiempo de estar en el poder ha intentado expandir hacia la sociedad francesa su dinamismo y su coger el toro por los cuernos. Esta actitud le ha hecho chocar contra los funcionarios o los sindicalistas que le van a hacer una huelga general el próximo mes de enero. Esta valentía a la hora de atacar los problemas de frente es lo que le hace admirable ya que estas sociedades complejas en las que vivimos tienen unas inercias con la que los dirigentes no siempre se atreven a actuar.
Aquí, en España, vemos que hay un grave problema en el terrorismo o en la seguridad ciudadana y los grandes partidos políticos no se atreven a luchar de común acuerdo contra ellos. España es una democracia acomplejada por su pasado autoritario y por el poder de los partidos nacionalistas periféricos. No nos atrevemos a modificar la ley electoral en favor de los grandes partidos, no queremos atacar el problema de la seguridad pública por miedo a que nos tachen de autoritarios, no le metemos mano al tema del nacionalismo anticonstitucional y desleal con España porque seríamos neofranquistas, no somos capaces de atajar el grave problema de la estrategia energética (nuclear en lugar de dependiente de la gasolina) porque los ecologistas nos tacharían de terroristas nucleares. No nos atrevemos a tantas cosas, que hacemos de España un país muy difícil de gobernar, manden los socialistas o manden los populares. Y bien hizo el Rey el otro día cuando los llamó a pelear juntos, no entre sí. Estas peleas y estos complejos a la hora de gobernar con firmeza es lo que nos hace perder energías a la hora de construir un país fuerte, cohesionado y con presencia internacional firme.
Y por eso admiramos a un tipo como Sarkozy que, además, se lo hace con una modelo de fama internacional después de que su ex mujer se la pegara con otro. Lo admiramos porque gobierna desde una estrategia de Estado dándole vidilla al otro partido mayoritario y contra los intereses particulares de los individualistas de turno.
[volver]