Sergio Garfia/Escaparate. No pudo ser. El Ibi tendrá que esperar un año más para poder jugar en la máxima división del fútbol sala español. A los de Tachinha sólo les valía la victoria en el partido que le medía al Andorra, su máximo rival, el pasado sábado en la tarde. Y lo cierto es que ésta se estuvo produciendo durante muchos minutos, después de que Fabricio, al filo del descanso (m.15), convirtiera en gol un lanzamiento de doble penalti.

Sin embargo, el Andorra jamás se rindió y, a pesar de tener a todo un enfervorecido Derramador en contra, poco a poco fue encerrando al Ibi en su área y a crear cuantiosas ocasiones de gol. La expulsión de un revolucionado Flavio al poco de comenzar la segunda mitad dejó al Ibi sin uno de sus hombres más carismáticos; una circunstancia que aprovechó el Andorra para echar el resto. Y finalmente, a falta de 7 minutos para el final, Cabinho acertaba a batir a Gascó.

El Ibi intentó, ya a la desesperada, deshacer la igualada de todos los modos posibles. Francis, en jugada individual, lanzó un disparo que besó el poste derecho de la meta defendida por Nacho. Y después, Fabricio tuvo la llave en nuevo doble penalti. Pero esta vez, el balón ya no quiso entrar.

Al término del partido, la afición blanquiazul premió a los jugadores con una estruendosa ovación, a la que éstos sólo pudieron responder con lágrimas en los ojos.