Vaya con los tacones...
por Goguiza (goguiza@hotmail.com)
Los zapatos suelen ser uno de los objetos de deseo clásicos de las mujeres y los tacones el fetiche preferido de los hombres.
Los tacones altos siempre han causado controversia. En el siglo XV, en el parlamento británico se dictaminó una ley que castigaba con las penas que se imponían a las brujas, a las mujeres que convencieran a sus parejas para casarse con ellas al “explotar” el poder de los zapatos de tacón.
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Es que, sin duda, los tacones enfatizan las curvas femeninas. Hacen balancear las caderas, sobresalir los pechos y el trasero, estilizan las piernas, endurecen los músculos, afinan las pantorrillas y los tobillos.
Sin mencionar que en toda película porno, la estrella lleva tacones. En las de acción, ellas corren sobre tacones altos y en otras como “Mujer soltera busca”, el tacón es un arma letal. Cómo olvidar la escena en donde Jennifer Jason Leigh le clava el tacón del zapato al novio de la protagonista, Bridget Fonda. Es así como se construyen mitos y obsesiones alrededor de los zapatos de tacón.
Tal es la importancia de un buen calzado, que diseñadores de zapatos se han convertido en celebridades y sus marcas en iconos de la moda. Ejemplos clásicos son Ferragamo y Tod’s, pero sin duda son otros los que causan obsesión: Jimmy Choo y Manolo Blahnik.
Madonna dijo una vez : “Los zapatos de Blahnik son mejores que el sexo y además, duran más”. Aunque claramente las mujeres no los compramos por su resistencia, menos por su comodidad, ya que jamás un zapato de sobre 8 centímetros de altura podrá resultar de una comodidad extrema.
Así que mis queridas lectoras no desfallezcáis jamás ante unos buenos tacones, y vosotros, mis queridos lectores, seguid considerándonos como vuestro talismán.
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