El responsable de la adecuación del colegio Cervantes, Vicente Penades, se reunió el miércoles con una treintena de padres, la alcaldesa y la concejal de Educación para informarles del desarrollo de las obras. El constructor se comprometió a no parar los trabajos en los meses de verano para evitar retrasos y recordó que hasta el 31 de diciembre tiene de plazo para finalizar la reforma.

Aún así, manifestó su intención de acortar los tiempos en la medida de lo posible. Penades indicó que la albañilería está a punto de acabar y queda la instalación de gas, electricidad y fontanería. El constructor destacó la especial dificultad en adecuar este edificio de tanta antigüedad por los imprevistos que han surgido y que han obligado a realizar proyectos técnicos específicos para solventar los problemas.