Escaparate/Castalla. La clásica subida al collado de Catí, conocida como la San Silvestre de Castalla, llegó el pasado 31 de diciembre a su decimosexta edición, con la participación de 46 deportistas.

Cada uno coronó el collado de Catí de la forma que consideró más oportuna: corriendo, andando o en bicicleta.

Cualquier método fue válido para poder superar los 3’9 kilómetros de esta prueba con el aliento suficiente para, una vez cruzada la meta, a 430 metros de altura, despedir el año como es debido: con un buen brindis con cava o sidra.

Satisfacción
No hay premios; sólo la satisfacción de haber superado una dura prueba y poder brindar por que, como bien dice el presidente del Club de Atletismo de Castalla, José Mª Silvestre, “el año que viene estemos los mismos o más”.