Por Xavier Casero Belda

Leo en la prensa que la Universidad y el Ayuntamiento han iniciado conversaciones para crear en Ibi una sede universitaria. Era una promesa electoral del PP. De hecho, aparecía en todos los programas electorales, aunque sólo el Bloc entraba en detalles. Sigo leyendo: estará especializada en medio ambiente y biodiversidad. Se justifica la elección por la existencia del Museo de la Biodiversidad y la finca Torretes. El argumento me deja perplejo: ninguna referencia al entorno natural y paisajístico de Ibi i la comarca, ninguna alusión al parque natural de la Font Roja. Finalmente, me dicen que la localización prevista es la antigua Pilen. No me lo puedo creer: tenemos la ocasión de crear una sede universitaria en Ibi... ¿y la vamos a instalar en las afueras? Un centro educativo de esa envergadura debería tener un emplazamiento más adecuado, especialmente si pretendemos que tenga impacto turístico. Además no se ha tenido en cuenta la demanda de servicios que la sede generará (alojamiento, comercios, cafeterías, restaurantes...).

De hecho, parece que el PP no ha valorado con profundidad lo que representa una sede universitaria, tanto los beneficios que ésta puede ofrecer al pueblo como las exigencias que plantea. La concejala hace referencia sin reparos a la sede de Cocentaina, pero no es consciente de que Cocentaina, con muy buen criterio y gran sacrificio, cedió para ello el edificio más emblemático de la ciudad, el Palau Comtal, un palacio renacentista próximo al centro histórico (impacto turístico) y al centro de servicios (impacto comercial y hostelero). Hoy en día, su sede es la de más actividad de todas las de la UA, con una importante repercusión económica para el pueblo.

Por otro lado, aplaudo la sensibilidad que muestra el PP por el medio ambiente, pero hay cauces más efectivos y viables que una sede universitaria para promover el amor, el respeto y la protección a la naturaleza. Ante el reto al que se enfrenta nuestra industria, que sólo podrá competir con las de los países emergentes basándose en criterios de calidad, dejar pasar la ocasión de conectar con la vanguardia tecnológica que representa la Universidad podría constituir un error histórico imperdonable. Para ser competitiva, la industria ibense necesita absorber la innovación y la transferencia de tecnología que la Universidad proporciona, y por eso una sede de carácter tecnológico sería prioritaria y mucho más acorde con la idiosincrasia y las necesidades de Ibi.

Nuestro pueblo debe aspirar a una sede importante, dotada de una actividad cultural y de extensión universitaria estable y variada, que refuerce nuestra marca turística y establezca una conexión efectiva y provechosa entre Ibi y la Universidad. Las gestiones que lleve a cabo el Ayuntamiento serán decisivas. Estaremos atentos.