Proisa declara suspensión de pagos un día después de mantener una reunión con el medio centenar de propietarios de los inmuebles afectados, en la que José Ricote, gerente de la constructora, pidió la "confianza y colaboración" de los propietarios.

Como ya adelantara este periódico en su edición impresa, se mantuvo una reunión con los propietarios el pasado martes 29 de agosto en el Centro Social Polivalente, que venía precedida del anuncio de la paralización temporal de las obras en dos edificios por parte de la constructora Proisa. Sin embargo, y a pesar de las palabras de José Ricote en las que pedía la "confianza y colaboración" de los propietarios en dicha reunión, la empresa constructora ha declarado, según la firma de abogados Calderón Chao de Alicante, la suspensión de pagos, cuyo concurso se encuentra en el Juzgado de lo Mercantil nº 2 de Alicante.

Los propietarios de los inmuebles que Proisa estaba construyendo en las calles San Roque y Mossén Guillem se sienten engañados tras escuchar, en palabras del propio Ricote, que la suspensión de pagos de la empresa era sólo un rumor y que las obras de sus futuras casas no se retrasarían más de lo previsto.

Para mayor preocupación de los afectados, Proisa manifestó en la reunión que no existen avales bancarios que garanticen los pagos efectuados hasta el momento por los propietarios, pidiendo su confianza, ya que "si ustedes nos piden los avales, no están; no nos los da el banco y no podemos dárselos a ustedes".

Tras el cierre de su oficina en Ibi debido a "la importante crisis que atraviesa el sector", los propietarios afectados tendrán que desplazarse a las oficinas centrales de la constructora, en Villena, para recibir cualquier información sobre el estado de sus millonarias inversiones en unas viviendas, de cuya finalización ya dudan.