La gran epidemia de Peste Negra de 1.348 tuvo como efecto la aparición de coplillas populares alusivas a que la muerte igualaba a los hombres: morían ricos y morían pobres, morían nobles y morían plebeyos, morían viejos y morían jóvenes; la muerte era una niveladora social. La crisis que nos invade nos ha aportado la megaestafa de Bernard Madoff que es un estafador elitista, una mezcla sutil entre el Cary Grant intérprete de ladrones de guante blanco y el Tony Leblanc intérprete de trileros con tonto. 

La imagen de esta crisis es la de las familias que van a Cáritas, las noticias de regulaciones de empleo en fábricas de todos los sectores o las madrugadoras colas en las oficinas del INEM pero a estas imágenes se añade ahora la de unos pardillos con smokings blancos bebiendo gin fizz en un cocktail donde no se comen snacks de chocolate marca Ferrero Rocher. Este Madoff es una mezcla de Robin Hood y médium de atracción de feria que le roba a los ricos ganándose su confianza con mensajes snobs del tipo "aquí sólo se pueden invertir capitales de más de 10 millones de dólares".

Esta crisis está mostrando muchas cosas: la debilidad financiera de muchas empresas abocadas al dinero fácil y las macarradas del BMW deportivo, la falta de legislación acerca de los impagados y los morosos a los que nunca empapela la ley, la falta de productividad y el absentismo de muchos trabajadores que están pensando en cómo escaquearse del trabajo "para que el chulo de mi jefe no se forre a mi costa". Otra más de las vergüenzas que nos saca esta crisis es la codicia infinita de muchos ricos que andan buscando la manera de sacar más beneficio a su dinero ayudándose de "gurús" como este Manoff que ha transformado el timo de la estampita en el timo del Hedge Found. 

En esto de la maldita crisis no sabemos donde vamos a parar ni cuando va a acabar pero lo que si sabemos ya es que algunos ricos tendrán que cambiarse del Cohiba al Montecristo o vender alguna mansión para conseguir liquidez o que algún niñato formado en el ESADE se vaya a la puta por Navidad. Y esto no tiene precio.

P.D.: tiene gracia que el único miembro del PP que está en la nueva dirección provincial del partido sea Juan Rico Rico, ilustre jubilado y ahora jubiloso reídor ante la caída que han sufrido, dentro del partido, sus commilitones de la comarca.