La mala educación
por Vicente J. Sanjuán
No se asusten, no, no les voy a hablar del icono progre de origen manchego que es Almodóvar. El asunto de la columna tiene que ver con la educación de los niños de la democracia. La educación es un tema muy importante para dejarlo en manos de los progres o de los nacionalistas que son capaces de tergiversar hasta las matemáticas, antiguamente conocidas como ciencias exactas. Si hay algún tema importante y que es responsabilidad del Estado, éste es el de la Educación y en él deberían de ponerse de acuerdo los dos grandes partidos políticos y no dejar en manos de los gobiernos autónomos un tema tan vital para la formación de nuestros futuros demócratas.
Llevamos 6 grandes leyes sobre educación en 30 años de democracia sin contar las 18 versiones de la Historia de España que hay ahora en nuestro país (una por autonomía).
Les voy a contar un caso personal de mi época de profesor de Secundaria. Como yo era el último mono en llegar al instituto me hicieron tutor de un curso en un instituto designado como centro piloto de la Logse (Ley Orgánica General de Enseñanza Secundaria); al final del curso, cuando tenía que leer las notas en la Junta de Evaluación, decidir las notas finales y los que pasaban de curso, el psicólogo allí presente nos dijo que a los alumnos no se les evaluaban sólo por los conocimientos sino por la actitud y que hacerles suspender curso no era lo mejor para su autoestima y su integración social. Yo le dije que como tutor era procedente premiar al estudiante trabajador y castigar al vago o al gamberro que no dejaba estudiar a los demás. Por supuesto, los vagos y los gamberros pasaron curso con 4 y 5 suspensos. Hay que pensar que yo repetí curso en el Fray Ignacio Barrachina por suspender 3 asignaturas menos de 10 años antes.
¿Qué pasa con este sistema educativo? Fomenta a los mediocres y desestimula a los que tienen mayores capacidades de trabajo o mayor ambición, que ven que se premia al ceporro. A los profesores cada vez les quitan mayor poder dentro del aula con lo que los gamberros se crecen y acosan al profesor que el final se desmotiva o cae en la depresión. Como, gracias a los progres, los valores de esfuerzo, disciplina, autoridad y jerarquía son franquistas, pues tenemos una educación pública que en comprensión lectora es la última de Europa, que tiene tasas de abandono escolar inaceptables o que en la evaluación de los conocimentos en matemáticas andemos un 18% por debajo de la media de la OCDE. Y eso, sin contar los disparates que perpetran las comunidades autónomas o la tomadura de pelo de Zapatero con la asignatura esta de "Educación para la Ciudadanía". Para aprender los valores constitucionales, primero tienen que saber leer y comprender el texto de la Constitución. Es que en España hemos pasado de las cuatro reglas al Nintendo en 40 años, sin parar en la literatura.
Pd.: Maite, por favor, cambia el monumento que hay a la entrada al pueblo por el polígono con las tres letras blancas de Ibi. Es horroroso y no debe de costar mucho cambiarlo porque son solo 3 letras (menos mal que no somos Villafranqueza o Vall de Gallinera).
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