Referéndum, sí, siempre
Por José Luis Hernández
Cuando por fin, el nacionalismo burgués, conservador y chantajista del PNV se ha mojado y quiere poner las cartas de la voluntad popular vasca sobre la mesa, ahora no le dejan. Qué pena. A principios de los 80, ya tuvieron la oportunidad de pronunciarse sobre si querían estar dentro de España o no, con el Estatuto de Autonomía, y con total desvergüenza, el Partido Nacionalista Vasco llamó a la gente a la abstención.
De esa manera, ellos podría siempre decir que no votaron el estatuto y hacerse la víctima de por vida.
Como el nacionalismo catalán, la indefinición reporta mejores beneficios que nada: hoy exijo más competencias y transferencias que ayer, pero menos que mañana. Y así sucesivamente.
En cambio, la consulta popular que Ibarretxe propone puede acabar de una vez por todas con esa estrategia de garrapata política. Y no sólo dejarían de chupar la sangre de los impuestos de todos, probablemente se les acabarían las coartadas (ya son ridículas ahora) de los que chupan la sangre biológica, la de las víctimas del terrorismo de ETA.
Los iluminados salvapatrias de las bombas, ¿qué podrían decir si todos los vascos se pronunciarán sobre la independencia? ¿Dónde quedaría ese discurso aberrante de que están en guerra, de que España les ha ocupado durante siglos?
Por favor, gobernantes de ZP, no se escuden en tecnicismos de si es Constitucional o no, todo referéndum es legítimo, lo convoque quien sea. El Parlamento sólo debe autorizarlo, firmar, y velar porque se celebre en libertad y sin coacciones.
¿Qué más da por dónde dibujemos los mapas? Nuestro planeta es un ecosistema gigante para la especie humana, ni España, ni Euskadi, ni Cataluña... existen más que en nuestra imaginación. Los idiomas son un accidente geográfico más, como los golfos, cabos, montañas, etcétera. Si los vascos quieren tener sus ministros, su ejército y hasta su rey (sería Arzalluz, seguro), déjenles en paz. Y que su minoría violenta y asesina nos deje en paz a nosotros.
[volver]