En una semana negra para los del Ku-Klux-Kan, han ganado Hamilton y Obama, la crisis nos anega y ya somos el país que mas paro genera dentro del mundo occidental. Y nuestro presidente recorriendo cumbres por todo el mundo como si trabajara para el programa "Al filo de lo imposible".

Crisis es una palabra griega que significa "momento culminante en un proceso que se desarrolla en el tiempo". Proceso que puede acabar en un régimen totalitario como fue el de Hitler, hijo de la Crisis del 29 y del Tratado de Versalles, o proceso que puede acabar en un sistema socialdemócrata como fue el New Deal de Roosevelt. Es un momento de encrucijada, para pensar el camino que hemos seguido y el que queremos seguir en adelante.

Se han acabado los tiempos del dinero fácil y de los pelotazos, vienen los tiempos de la ética del esfuerzo y del sacrificio. Si nuestros padres y abuelos tuvieron su posguerra y sus moniatos nosotros tenemos nuestra crisis y nuestras hipotecas colgadas. 

El modelo de desarrollo que hemos seguido tan encaminado a la construcción y al dinero fácil nos ha hecho perder competitividad en nuestras industrias tradicionales. Compramos mas que vendemos y nuestra balanza comercial está mas descompensada que nunca.

En nuestro país estamos acostumbrados a vivir a crédito y ahora empiezan a aflorar verdaderas hordas de morosos que emiten pagarés o talones sin fondos y sin que vayan a parar al fondo de la cárcel por ello, los únicos que van a perder algo son los de las hipotecas que si no pagan se quedan sin piso.

La falta de competitividad va unida al absentismo laboral que es otro cáncer de las empresas que tienen aguantar a verdaderos vagos que empalman bajas haciendo que los empresarios, que los hay buenos, se desesperen cual Sísifo ante las sucesivas bajas. A los autónomos no le suele salir gratis estar de baja.

Si salimos de ésta será a base de esfuerzo y sacrificio de trabajadores, autónomos y empresarios. No hay que contar con los políticos ya que en España solo se hacen políticos los que no valen para otra cosa o los golfos sin escrúpulos. Hay que tener esperanza en que a esos políticos los despache la justicia o las elecciones. Y volvemos a Obama que, dentro de la negritud actual del horizonte, ha devuelto la esperanza a los americanos y la esperanza es hoy en día algo impagable.