Castalla Internacional y Castalla nacional
por Frank Abel Dopico
Los extranjeros que viven en Castalla Internacional no tendrán que encerrarse en ningún sitio para reclamar papeles. La mayoría son ingleses, ciudadanos comunitarios que han elegido un sitio ideal para vivir entre el mar y la montaña. Su educación es ejemplar y hacen gala de ese tópico llamado “flema inglesa”. Pero me he propuesto escribir sobre lo que he escuchado y pensado sobre Castalla Internacional.
Recuerdo lo que leído sobre lo del enclave de la urbanización y algunas fallas que parecen haberse corregido con lo del enclave del vertedero. Pero ignoro cómo se construyó. Cuando hace un par de años visité por primera vez el lugar ya estaba muy adelantado. Eso no me asustó. Me asustaba el hecho de que, en un porcentaje mayor de su ejecución no se contara con nuestros obreros de la construcción. O sea, trabajo. Dinero que ganaban los de aquí: los que aquí se lo gastan. Pero ya eso sucedió. Hoy me preocupa otra cosa. Me preocupa que ocurra lo que en TODOS los sitios donde han hecho este tipo de urbanizaciones: que se conviertan en guetos. Cuando los ingleses tengan a su alcance, allí mismo, todas las infraestructuras necesarias, no necesitarán Castalla para nada. Entonces me pregunto: ¿qué habremos ganado?
Ya no digo nuestros comercios, nuestra gastronomía que ahora se ve, en lo inmediato, beneficiada por el ir y venir tranquilo de esos ciudadanos correctos, apacibles. Digo más. Si Castalla, por no decir La Foia, ha sido un lugar de ejemplo de integración desde hace decenios ¿por qué ahora nos puede ocurrir, en un futuro muy próximo, que tengamos en la puerta de casa, a la salida hacia Alicante, en vez de una puerta un muro? Y digo más. En TODOS los “experimentos” parecidos, los ingleses hacen de sus “espacios de ocio” clubes privados a los que no tienen acceso los nativos, los españoles. Con esa corrección que les caracteriza te dicen NO y no entras y no te puedes tomar una cerveza. Tanto ha sido así que este tipo de urbanizaciones ha sido objeto de estudio de sociólogos de las Universidades de Alicante y Valencia. Nosotros no estamos acostumbrados a no mezclarnos. Me preocupa también que los ingleses tienen todo el derecho del mundo para hacerlo así. Y tienen derecho a construirse pequeñas balsas porque ese terreno lo han comprado con su dinero y lo han pagado. ¿Tendremos agua para todos cuando en el verano la tradición de las casetas castelludas llenen sus embalses?
Y si eso me preocupa me duele más que los ingleses no nos aporten la riqueza de sus tradiciones. Ya existen niños ingleses en las escuelas perfectamente integrados: algunos hasta van a la línea escolar en valenciano. Entonces ¿por qué hacer dos Castallas? Los Mayores tienen la palabra.
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