Un Onil plagado de bajas se hunde ante el Novelda en una derrota histórica
Con mucho dolor ha caído en el seno del Onil la derrotado sufrido el pasado fin de semana en casa frente al Novelda. Un resultado que no se recordaba desde hace años y que ha servido de puntilla a la mala racha por la que atraviesa el equipo. Jugadores, directiva y aficionados se plantean una profunda reflexión para hallar una salida a la crisis en la que han entrado los colivencs, con cuatro derrotas consecutivas, y que ha tocado fondo frente a uno de los equipos más serios de la competición.
Hasta seis bajas por tarjetas y lesionas contribuyeron a precipitar la debacle. La falta de coordinación entre los jugadores, la incorporación de seis chavales del juvenil, las graves carencias en el centro del campo y la defensa, se juntaron para marcar un episodio para borrar del calendario. Hasta el portero, Rubén, está con el brazo escayolado, y el entrenador tuvo que componer un equipo nuevo en más del cincuenta por ciento.
El resultado, según señalaron desde el club, aún podía haber sido más abultado, y la buena intervención del guardamete Lledó evitó un tortazo de dimensiones astronómicas.
Fuentes del club informaron que la directiva tomará cartas para paliar la situación. En un primer momento se plantean reunirse con los jugadores para pedirles un juego más limpio y de este modo evitar las expulsiones. También se estudiarán medidas para levantar la moral a un equipo que se encuentra partido moralmente.
Aun así, se pudo marcar el gol de la honrrilla en casa, que se quedó como testigo que prueba que los jugadores tienen predisposición para luchar aun en condiciones de tremenda adversidad.
El Novelda es uno de los conjuntos más compactos del torneo, pero el Onil ha de batirse este fin de semana ante el segundo de la tabla, el Bacarot, un partido que se anticipa difícil; si bien, contará con la mayoría de los titulares, que vuelven al terreno de juego tras haber cumplidos las sanciones impuestas.
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