El sindicato CSI-CSIF ha puesto en manos de un abogado un decreto promulgado por el alcalde, José Luis Prats, mediante el cual estipula que una parte de la plantilla de la Policía Local debe realizar ciertas horas durante las Fiestas en compensación por unas horas ya cobradas por los agentes, y supuestamente no trabajadas, cuando a principios de julio decidieron reducir las horas semanales “de 40 a 37’5”, en lugar de aceptar la prolongación de jornada que se había acordado, explica el alcalde, quien añade que “en ese momento, en lugar de sancionar a los agentes, lo que hice fue guardar esas horas para cuando hicieran falta”.

El primer edil afirma que, en el cuadrante confeccionado para Fiestas, un grupo de agentes se negó a hacer esas horas por menos de 36 euros, algo que tildó de “abusivo” e “ilegal”, además de que lamentó que se haya actuado “con saña para intentar boicotear las Fiestas, y eso no lo he consentido, porque no son ellos los que tienen que decirme cuándo tengo que hacer un decreto. Yo he tomado esta decisión para proteger las Fiestas y garantizar la seguridad”.

El alcalde sentenció: “Parece que vaya en contra de la Policía, pero es todo lo contrario; voy en contra de los funcionarios que se creen los amos del pueblo”. Por último, Prats desmintió que las horas extra se estuvieran pagando ‘en negro’, a la par que el enlace del sindicato en la Policía Local dijo no tener constancia de este extremo.