Por Vicente J. Sanjuán

Uno que lee El Jueves y el dominical de El Mundo tiene la impresión de que el Rey Juan Carlos es un bondadoso abuelete que habla de una manera agangosada de tópicos insufribles por repetidos. Pero esta semana me ha llevado a pensar que tiene mas cojones que un miura estresado.

El ir a Ceuta y Melilla, territorios tan españoles como el resto del Estado, es una magnífica decisión ya que eran los únicos territorios españoles que le quedaban por ir a ver. Esperemos que pronto la Vuelta Ciclista pueda ir al País Vasco o que se pueda jugar una final de la Copa del Rey en el Camp Nou (espero que entre el Barça y cualquier otro equipo) con el Rey presidiendo la tribuna de autoriades entre Montilla y Zapatero. Además del favor que le ha hecho a los ciudadanos ceutíes y melillenses le ha tocado los cataplines a la mezcla de sátrapa y paquirrín que es Mohamed VI. Es una magnífica forma de celebrar el aniversario de la marcha verde tocarle las narices a ese dictador mofletudo.

La otra que ha hecho el Rey esta semana ha sido callarle la boca al gorila rojo en la Cumbre de Países Latinoamericanos. Todos estamos de acuerdo en que Aznar cada vez que habla hace perder votos a Rajoy y que Zapatero le ha dado demasiado cuartelillo al gorila rojo y a sus monaguillos Ortega y Evomorales pero; por encima de partidismos sectarios, hay que defender España en el extranjero, hay que defender a un ex-Presidente del Gobierno elegido democráticamente dos veces por el pueblo español y hay que defender a unos empresarios que se juegan su dinero en países que desde que se independizaron de España siguen, la mayoría, perteneciendo al mundo subdesarrollado y exportando fuerza de trabajo fuera de sus países.

Si el dictador mofletudo retira a su Embajador de España por qué no podemos nosotros retirar nuestro Embajador y nuestras inversiones de un país que tiene la desgracia de ser dirigido por ese tipo pendenciero y perdonavidas que es el gorila rojo.

P.D. Respecto al kiosco de la Plaça de la Villa, de inequívoco origen franquista ya que fue construído en 1947, ¿no estamos obligados a derribarlo por la Ley de Memoria Histérica? De esta manera los porreros y frikis que ahora han hecho de sus aledaños su segundo hogar podrían estar mas a sus anchas cara al sol.