El Rayo Ibense ha vuelto por sus fueros tras el contratiempo sufrido la pasada semana frente a los valencianos de Atzeneta y ha aplicado un severo correctivo a los paisanos de éstos, los jugadores del Oliva; un conjunto que se vio fofo y se convirtió en un muñeco que los rayistas manejaron a su antojo durante la mayor parte del encuentro.

Los hombres de Carrión funcionaron como piezas de un engranaje e hicieron exáctamente lo que de ellos se esperaba: agresividad, presión en el centro del campo, buenos marcajes en defensa y ataque por las bandas para luego disparar a puerta con triangulaciones y pases diagonales. Carrión se mostró satisfecho con el funcionamiento del equipo, y declaró que los jugadores “están asimilando muy bien” los conceptos.

El primer cuarto de hora del primer tiempo transcurrió sin sobresaltos. Los jugadores se estaban midiendo para conocer sus puntos débiles. Una vez Juan Galera abrió el marcador fue cantar y golear para los rojillos, que en todo momento llevaron el ritmo del partido y no dejaron sitio para jugar a los de Oliva. El Rayo Ibense creo abundantes ocasiones de gol, y de haberlas convertido todas podría haber conseguido un par de tantos más.

En el comienzo del segundo tiempo los de Oliva salieron achuchando, con ganas de empatar el encuentro. Estaban furiosos y presionaron constantemente la portería de Jorge. El fruto de ese arrebato fue el gol de la honrilla que marcaron. Pero tras éste se fueron abajo, y la espuma que echaban se convirtió en un mejunje desbravado; tanto fue así que el Rayo recuperó el tono del partido, y en un gol de bella factura en diagonal de Edo con toda la defensa contraria en el área dejó claro quien era el dueño y señor del Vilaplana Mariel. “El Oliva salió con ímpetu, pero los míos se han recuperado y han ido viniendo los goles”, declaró el entrenador.

Y para que la fiesta fuera redonda, completa y plena, a falta de cinco minutos para el final el colegadio pitó un penalti que Alejandro convirtió de un acertado puntapié.

La victoria coloca del tirón a los rayistas en el cuarto puesto de la tabla. Carrión ya avanza que en unas semanas “nos queremos poner como objetivo ir los primeros o los segundos, cuanto más arriba mejor”. Seguro pero sin pausa, es la filosofía del club: “Queremos ir poco a poco y partido a partido, porque son chavales muy jóvenes y de momento no nos podemos plantear el ascenso”, manifestó el entrenador.

El Rayo Ibense afrontará la próxima semana un importante compromiso en el Vilaplana Mariel al enfrentarse al líder de la tabla, el Ayelo de Malferit, un equipo sólido y rocoso. El partido es de vital importancia para los rojillos, y la victoria puede suponer entrar en los anhelados primeros puestos de la clasificación y, a la vez, descabezar a los valencianos. Carrión detalló que “afrontamos el encuentro con ilusión y con ganas de vencer. Es una victoria importante que nos situaría arriba”.