Ha muerto Luis Pla
El pasado día 17 del mes en curso fallecía en su domicilio de Tibi, el padre de nuestro compañero y amigo Pla Ventura. A Luís Pla le cupo la fortuna de morir en su casa y rodeado de los suyos. Tenía 85 años y, hasta hace cuarenta días en que le sobrevino una trombosis que le dejara paralizada la parte izquierda de su cuerpo, era un hombre todo vitalidad; diríamos que para Tibi era todo un símbolo. Amigo de sus amigos, honrado a carta cabal y enamorado de los suyos hasta el infinito. Hasta el día 8 de febrero en que le sobrevino la enfermedad, Luís Pla, era el atractivo de todo el pueblo. No tenía carnet de conducir y su vida discurría encima de una moto. Siempre anduvo a bordo de una scooter, pero en los últimos años decidió comprarse una quad ya que su nieto le convenció porque adquirir una por su mayor estabilidad.
Todos los días acudía a su cita con el campo; era un agricultor sabio, un hombre apasionado por las cosas de la tierra, donde transcurrió su vida. Jamás estuvo sujeto a un horario y la prueba es que nunca usó un reloj; como él solía decir, comía cuando tenía hambre y se dormía cuando caía la noche. Luís Pla era el veterano por excelencia, el hombre que daba consejos en aquello que amaba que era el campo, su tierra que siempre le alimentó y por la que siempre vivió.
Muchas peculiaridades adornaron la vida y obra de Luis Pla. Su sentido del humor, su socarronería en sus apreciaciones, su amor hacia todos los que le querían y, en los últimos compases de su vida, hasta tuvo el valor y la sabiduría para inmortalizarse a sí mismo.No en vano, el pasado mes de enero, concluyó un libro en torno su vida. De su puño y letra han brotado pasajes hermosos de su vida y que ha reunido en un pequeñolibro titulado LA HISTORIA DE UNA VIDA. Se trata de una narración sencilla, pero rociada de humanidad; de todas aquellas vivencias que discurrieron en el devenir de su vida humilde; un libro que se publicará a título póstumo ya que era el deseo inmenso de Luís Pla; publicar y regalar a sus amigos aquellas vivencias escritas que, sin duda alguna, no eran otra cosa que los más bellos recuerdos de su vida. Hemos tenido acceso a sus escritos y, narrados como le dictaba el corazón, serán la delicia de sus amigos y de todos cuantos los lean. El ejercicio de memoria que ejercitó Luis Pla para narrar todo cuanto ha escrito, contando que tenía 85 años cuando lo escribió, bien merece ser publicado para deleite de todos sus amigos.
Podríamos contar miles de anécdotas de este hombre pero, la más subyugante, sin duda alguna, tuvo lugar el pasado año cuando un señor de Alicante, Ángel Pindado Baeza, compró una finca en Tibi muy cerca de la que poseía nuestro inolvidable Luis Pla. Todos los días, Luís Pla, pasaba por delante de la casa del señor Pindado. Un día, ambos fueron presentados. Ángel Pindado, al conocer a Luis Pla, de forma inmediata, reflexionó y le dijo: “¿No tendrá nada que ver usted con un señor llamado Pla Ventura?” Lógicamente, respondió: “Es mi hijo”. Ángel Pindado quedó atónico puesto que estando como agregado militar de la embajada española en Pekín, en la biblioteca de la embajada, pudo leer el primer libro de Pla Ventura, libro inminentemente taurino cuyo título, LAS DESGARRADAS ENTREVISTAS DE PLA VENTURA, encantaron al señor Pindado Baeza. Lógicamente, llegar de Pekín y encontrarse en Tibi con el padre del autor que admiró desde la China, para Pindado, resultó un hallazgo memorable.
Desde estas páginas le damos nuestro sentido pésame a nuestro amigo Pla Ventura y a todos sus familiares. Luis Pla ya se ha reunido con aquella mujer bellísima y maravillosa llamada Soledad Ventura a la que llamó Dios a su vera hace ahora 43 años.
José Manuel Solano
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