Escaparate/Ibi. La empresa Inyectados Termoplásticos Cervantes tiene los días contados. El pasado miércoles, el gerente y los administradores judiciales, aceptaban la propuesta de los trabajadores de rescindir los contratos, después de que la plantilla lleva los tres últimos meses sin cobrar la nómina.

Los 34 trabajadores han conseguido además un permiso laboral retribuido hasta que el juzgado de Lo Mercantil número 2 de Alicante apruebe la extinción definitiva de las relaciones laborales. El delegado de personal, José Martínez, explicaba a este periódico que estos acuerdos se consiguieron tras unas negociaciones duras y tensas que duraron tres horas “ya que la empresa pretendía quedarse con el derecho de llamar a cualquier trabajador durante este periodo de permiso, petición que finalmente no ha prosperado”.

Asimismo, añade Martínez, los administradores judiciales, responsables de la gestión de la mercantil desde que se presentó la suspensión de pagos a principios de año, se han comprometido con la plantilla a pagar las nóminas de junio y julio durante la primera quincena de octubre.

Cese de la actividad

La rescisión de contratos será el paso previo al cese de la actividad comercial que podría decretarse a principios del mes próximo, según informaron los administradores judiciales en la asamblea del miércoles.

José Martínez se lamentaba que en todo este tiempo los accionistas de la mercantil Cervantes no hayan asistido a ninguna reunión “lo que demuestra el escaso interés que tienen por la continuidad de la empresa”. Según el abogado de los trabajadores, del sindicato UGT, Tomás Segura, “los administradores concursales están sobre alerta y opinan que la empresa debería haber hecho una inyección de capital”.

Protesta en la empresa

La plantilla de Inyectados Termoplásticos Cervantes se concentró la pasada semana en las puertas de la empresa para reclamar el pago de las tres nóminas que les adeuda la mercantil. La protesta se hizo coincidir con la primera reunión que se celebró para intentar buscar una solución viable ya que los empleados aseguran “que hay mucho trabajo”.