Las deudas de un constructor podrían dejar sin vivienda a sus compradores
Escaparate/Ibi. La propietaria de uno de los cinco pisos del nuevo edificio situado en el número 5 de la calle Ravalet puede quedarse en la calle debido a las múltiples deudas contraídas por Construcciones Sanma que obligan a la entidad bancaria ha quedarse con el edificio.
Carmen Verdú es la única compradora que vive actualmente en este edificio, cuyo piso ha sido adquirido como primera vivienda después de vender su anterior casa.
La propietaria ha pagado ya al constructor la mitad de su valor y ha tenido, además, que efectuar diversos arreglos (sanitarios, calefacción...) “porque la vivienda estaba a medio terminar incumpliendo el contrato que firmé de compra-venta”, explica. Por otro lado, Carmen que vive con su hija de 7 años, no puede obtener los contratos legales de luz y agua al carecer las viviendas de cédula de habitabilidad y el suministro de estos servicios que conseguía hasta ahora a través de la obra y de la solidaridad de una vecina del edificio contiguo, se han cortado por la presión de los acreedores.
Carmen estuvo varios meses viviendo de alquiler a la espera de que le dieran las llaves de su nueva casa y ahora se encuentra en una situación desesperada “porque el banco podría sacar a subasta estos pisos al declarase el constructor en quiebra”. Sólo le quedan por pagar 17.000 de los 60.000 euros que cuesta su pequeña casa de unos 60 metros cuadrados y no entiende “por qué he de sufrir yo la consecuencias de la irresponsabilidad de un constructor y no es a él a quien el banco o los acreedores le quitan sus propiedades para pagar las deudas”.
Carmen Verdú se ha puesto en manos de un abogado de oficio para intentar salvar su vivienda, “aunque me pintan un panorama muy oscuro”. El resto de propietarios también se han buscado asesoramiento legal. Carmen ha llamado a todas las puertas y de momento ninguna le ha dado solución a su grave problema. Indignada por lo que va descubriendo en ese camino, comenta: “Si le hubiesen pedido al constructor la mitad de los papeles que a mi para otorgarme un abogado de oficio, no hubiese construido ningún edificio”.
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