Lees cualquier periódico y te das cuenta de que los policías y los jueces hacen paros o manifestaciones pidiendo más medios y más sueldos en estos tiempos de crisis en los que ellos, al menos, son funcionarios y tienen un sueldo seguro todos los meses.

Sigues leyendo y ves que los rumanos roban en las tiendas, ellos siguen matándolas a ellas de las más diversas maneras, siguen cayendo bandas de internautas pedófilos y; novedad de última hora, delincuentes que se visten de policías para robar la droga a los narcotraficantes. Después de la crisis económica-paro y el terrorismo la seguridad ciudadana está en la parte alta del ránking de preocupaciones de los españoles que se ven rodeados, como los de la caravana de pioneros ante los indios, por ladrones de todas las edades y nacionalidades que ven a nuestro país como un Xanadú del chorizo gracias a que aquí la ley o la interpretación de la ley protege al delincuente. Y eso sin contar a los chorizos de guante blanco como los albertos que se libran de la cárcel porque pueden pagar a un abogado tan sirvengüenza como ellos.

Y con todo esto viene Garzón con la capa roja de salvador de patrias oficial de la justicia europea. Desde que empapeló a Pinochet va de héroe progre; héroe al que no le importó en su momento acompañar como número dos en las listas electorales al Sr. X del caso Gal. Un caso de violencia de estado por el que se condenó al Ministro de Interior de la época y a su cúpula a la cárcel. Este donquijote togado de pacotilla nos viene ahora con la milonga cansina de Franco cuando el tema de la memoria histórica no corresponde a jueces vanidosos sino a historiadores concienzudos que trabajen la verdad silenciosamente, sin aspavientos.

P.D.: Si se aburre el megaprogre podría tocarle los cojones a Fidel Castro que robó a los españoles que vivían en la Cuba de 1958 las propiedades que allí tenían o a Mohamed VI que sigue puteando a los saharauis que eran ciudadanos españoles protegidos por la ONU cuando su padre les robó su país aprovechándose de la agonía de Franco.