Tirar la piedra y esconder la mano
por Juan Ramón Mira Rico
La pasada semana, los lectores de Escaparate pudieron leer un artículo en el que se informaba de la dimisión de los organizadores del Torneo Mataix, en la parte final del mismo el Sr. Concejal de Deportes de Onil se “desmarcaba” del tema explicando que eso era un problema entre el Club y los organizadores.
Puestas así las cosas, no me queda más remedio que contarles la verdadera historia de lo que pasó y Vds., que ya son mayorcitos, sacarán sus propias conclusiones.
Aquí, como en las películas, ha habido de todo, celos, intrigas, disputas por el papel de actor principal y por supuesto buenos y malos; por tener, esta película ha tenido hasta un final feliz, para el concejal, claro.
Todo comienza cuando nos disponemos a organizar la última edición del Mataix, por primera vez en su historia, el equipo de gobierno, que entonces presidía Amando Picó, había conseguido encontrar la financiación necesaria para organizarlo y nosotros teníamos la responsabilidad añadida de hacerlo mejor que nunca. Pero este año también existía otra novedad, iba ser la primera vez que un concejal en la oposición participaba en la organización de un torneo donde, si todo salía bien, iban a ser otros los que “se colgaran las medallas”. Pensaba en aquel entonces y sigo pensando hoy que la política debe servir para trabajar por tu pueblo y no todo lo contrario, pero parece ser que estaba equivocado.
El Torneo terminó y todo el mundo nos felicitó por su organización, todos menos el Sr. Concejal que andaba muy ocupado, quejándose del trato que desde la organización le habíamos proporcionado. Según él lo habíamos postergado a un segundo plano al no invitarle a las comparecencias con los medios de comunicación, por lo visto no tenía suficiente con presidir el Torneo y entregar los trofeos, tendría que haber sabido que nunca ningún concejal, estuviera quien estuviera en el Ayuntamiento, había aparecido en los medios con motivo del Mataix, sólo se invitaba al Sr. Alcalde y así se hizo también esta vez.
Y así se explicó en la reunión mantenida con el Ayuntamiento una vez acabado el Torneo, claro al Sr. concejal no se lo pudimos exponer, ya que a pesar de estar convocado, no asistió y créanme si les digo que no nos extrañó su ausencia ya que antes del Torneo nos había dejado plantados en tres reuniones consecutivas.
Y quizás ahora venga la parte que más me duele de esta historia, nuestro buen amigo, el edil de deportes se reúne con el Presidente del Club y vuelve a plantearle sus quejas hacia la organización y a partir de aquí, pasó lo que tenía que pasar, la comisión dimitió, entre otras cosas para no entorpecer futuros Torneos. Sabemos que el tiempo lo cura casi todo y particularmente espero que las relaciones con mi amigo Nacho algún día vuelvan a ser las de antes, pero que conste que todo esto ha venido por culpa de un concejal más preocupado en figurar que en trabajar y que tiró la piedra y escondió la mano, (aún hoy estoy esperando que me transmita personalmente sus quejas).
Y por mi parte y aunque el final de esta película no me ha gustado, yo pongo mi The End.
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