Los autores lanzaron al agua contenedores de basura, sillas, mesas y la torre del socorrista
Numerosos actos vandálicos obligan a cerrar la piscina al público durante todo el domingo
La piscina del Polideportivo no pudo abrirse al público el domingo debido a los numerosos actos vandálicos de los que fue objeto y que dejaron el agua impracticable para el baño.
Los autores de esta gamberrada se dedicaron de madrugada a lanzar todo tipo de objetos a la piscina, entre ellos, tres contenedores de basura que ensuciaron el agua con grandes manchas de grasa. Pero además, del fondo del agua se sacaron sillas, una mesa del bar del Polideportivo, un toldo, la torre donde se sienta el socorrista y otros objetos que fueron encontrando en las instalaciones.
El incidente se produjo a partir de las tres de la madrugada, según ha explicado a este periódico la concejal de Deportes, Ana Sarabia, “porque a esa hora cerraba el restaurante y ninguno de los empleados oyó ruidos ni observó nada extraño”.
Todo hace pensar que los autores se colaron en la piscina saltando las vallas desde la calle y, una vez dentro, accedieron también a otras partes del Polideportivo, de donde cogieron un carro de basura de la empresa Urbaser que después lanzaron al agua.
Los daños podrían haber sido mayores si los dos contenedores del carro hubiesen estado llenos de basura. “Afortunadamente estaban vacíos pero muy grasientos”, explica uno de los encargados de la piscina. También hubo suerte de que el tercer contenedor no se abriera en el agua, “porque ese sí estaba completamente lleno”, agrega.
Los dos socorristas encargados de abrir la piscina el domingo a las once de la mañana fueron los que se encontraron con los destrozos viéndose obligados a cerrar las instalaciones al público, que ya hacía cola a la entrada.
Aunque comunicaron que a las dos de la tarde se reanudaría el servicio, la limpieza del agua fue más complicada de lo esperado debido a la resistencia de las manchas de grasa, y la piscina estuvo todo el domingo cerrada. Para que el cloro volviera a sus niveles normales, después del gran uso que se hizo en la limpieza, el lunes por la mañana tampoco se pudo abrir la piscina.
La concejal confía en que estos actos vandálicos no vuelvan a repetirse y, de momento, no se establecerá ninguna vigilancia especial.
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