Los padres de alumnos del colegio público Cervantes tienen el compromiso de la alcaldesa de que presionará hasta donde pueda para que la empresa que está realizando las obras de reforma del colegio las termine en septiembre, para el inicio del curso escolar. Así lo transmitió en la reunión que se celebró el pasado jueves, convocada por la primera edil para informar del desarrollo de las obras del centro.

En principio, la empresa tiene previsto acabar los trabajos en enero “pero vamos a hablar con ella para que las agilice”, comenta Mayte Parra. En este sentido, se ha comprometido también con los padres a convocar una nueva reunión en julio con el responsable de la constructora, Vicente Penadés, para “que sean él quien explique sus previsiones y atienda la demanda de los padres”.

Por otro lado, la alcaldesa y la concejal de Educación, Rosa Ibáñez, informaron que ya está redactado el proyecto de la segunda fase para la ampliación de las instalaciones con la construcción de un comedor, tres aulas de Infantil, gimnasio, pistas deportivas y vestuarios.

A falta de su aprobación y posterior adjudicación, las obras podrían comenzar presumiblemente el año próximo, según la alcaldesa. Estos trabajos no entorpecerían tanto la actividad escolar del centro, como ahora, ya que se desarrollarían en la parte trasera del colegio. Una vez esté terminada la reforma del edificio, los patios delanteros quedarían libres para el recreo de los alumnos, según Parra.