Por José Chafino Mira

Increíble pero cierto. Conforme nos acercamos al día 27M van apareciendo nuevos y más sorprendentes datos de descrédito personal. Evidentemente así no vamos. Viene a demostrar la inmadurez política de unos y de otros con tal de sacar tajada, con tal de hacer propaganda para ganar. Ese es el único objetivo: ganar.

Y ya no es que sea el tripartito, el PP, IU, Bloc, etc. La gente lo único que sabe y piensa es que el lunes se empieza a currar y que está en manos de "gentuza" que probablemente no le saquen de su miseria en toda su vida. Eso sí es triste y eso sí es para preocuparse, para discutir y reflexionar; todos los políticos debemos mirar hacia ese lado.

Hay que preocuparse de la gente, de sus problemas, la política es un asco cuando el único punto de mira es el ombligo de los políticos. Me he metido en política con la intención de hacer algo positivo por el pueblo y me encuentro que todos se están peleando por llevarse el pastel, qué pena de gente, que sólo nos mueva la envidia, el odio y el poder para mandar en el pueblo. ¿De qué nos servirá todo lo que consigamos si no somos capaces de mirarnos a la cara teniendo al menos algo en común por lo que trabajar?, que podamos mirarnos como vecinos de este pueblo, ya que con estos espectáculos nos distanciamos, nos separamos, creamos enfrentamiento y divisiones en vez de trabajar por algo en común, hacer más feliz al que menos feliz es.

No sé cuánto duraré en política pero me gustaría decir que represento a mi pueblo y a mi gente, y mi gente también es de ADIi, del PSOE, del Bloc, del PCI o de donde sea, que todas las ideas crean mayores opciones, que no hay una mejor idea sino la suma de todas y eso sí sería hacer buena política, que contáramos con los mejores para hacer lo mejor que se merece este pueblo y no es precisamente el circo que acabamos viendo en los medios de comunicación. Qué pena y qué desperdicio de talento, de estudios, de formación, qué pena de gente.

La verdad es que no me extraña nada cuando amigos míos me dicen que pasan de todo esto, porque el espectáculo es muy decepcionante y las expectativas, alarmantes.