En la parroquía de Santiago Apóstol de Ibi se atienden a más de 60 familias a la semana
La demanda de ayuda en Cáritas crece un 20% en los últimos meses
La situación que se está viviendo en Cáritas de Santiago Apostol en los últimos meses, de marzo a diciembre del pasado año, es la peor que recuerda su presidenta, María Carrretero, que lleva al frente de esta organización 23 años.
La actual crisis económica está dejando sin recursos económicos a muchas familias ibenses, “no sólo a extranjeros como ha sido más habitual en los últimos años”, lo que ha provocado que la demanda de ayuda haya crecido en torno a un 20 por ciento.
María explica que están llegando a Cáritas personas de todo tipo, familias jóvenes con hijos, madres solas, que están “atravesando por situaciones que te parten el alma”.
Están sin empleo y las deudas comienzan a ser insoportables, “están perdiendo los pisos y no disponen de dinero para comprar lo más básico. En muchos casos les damos también botellas de butano porque no tienen en sus casas con qué calentarse”.
La campaña de recogida de alimentos de Navidad ha sido un respiro para esta organización que entrega, dos días por semana, bolsas de comida con productos básicos como leche, arroz, legumbres, aceite, etc.
Cáritas también dispone de un almacén que utilizan de ropero e incluso recogen muebles “porque también se necesitan”.
Pero la labor de las voluntarias, no acaba ahí. En muchas ocasiones actúan como psicólogas, escuchando con paciencia los problemas de las personas que acuden y ayudándolas, “porque hay que atender a la gente con cariño, caridad y dignidad”, indica María Carretero.
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Cáritas también quiere salir al paso de las críticas que recibe, asegurando que “se realiza un control y se visita en sus casas a todas las familias que vienen para comprobar que lo necesitan”.
María también hace un llamamiento a la población para siga colaborando y donando “todo lo que tenga”.
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