La escuela infantil de Onil representó un cuento en el festival de fin de curso antes de la entrega de orlas
Escaparate/ONIL. El centenar de alumnos de la escuela infantil El Barranquet de Onil representó el cuento del caracol Cardito que no le gustaba su casa, el caparazón, y prefería una de ladrillos. Vestidos de flores los niños más pequeños y de distintos animales, los de cursos superiores, todos representaron esta historia con la que hicieron disfrutar a sus padres y familiares. Los trajes, elaborados por la empresa colivenca Limit Sport, bajo las directrices de las educadoras del centro, llamaron la atención por el colorido y su originalidad. La directora de la escuela, Ángela Sempere, se mostraba satisfecha con el resultado de la representación y recordaba el esfuerzo de más de dos meses que supone el montaje del espectáculo. Para acabar el acto, se entregaron las orlas y los diplomas a las cuatro clases del último curso.
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