Por Arturo Domenech

Sí, sí, como lo leen, ¡¡¡Que viene el Demonio!!!, ese ser indigno, incombustible, que todo lo niega, ese ser de color rojo. Eso es lo que, por lo visto, somos para algunos el Grupo Municipal Socialista, unos señores indignos, que son capaces de llevar actuaciones de este equipo de gobierno a la Fiscalía Anti-Corrupción, unos señores que incombustiblemente tentamos a los “Angelitos” , unos señores que nunca queremos lo mejor para nuestro pueblo, unos señores que piensan en rojo, no en verde. Pues sí, pensamos en rojo, pero en rojo de social, en definitiva, en rojo “pasión” que es lo que verdaderamente sentimos cuando defendemos nuestras ideas, que son fiel reflejo de lo que pensamos y que, sinceramente, es lo que nos hace ser distintos.

No podría ser de otra manera. En los Plenos nos toca tragar y tragar, pero claro, lo que es el colmo es que, además de tener que oír mil y una supuestas razones para defender lo indefendible, también tenemos que aguantar que se nos tilde de “pesados” cuando pretendemos usar nuestros turnos de palabra.

Por lo visto, como nos repetimos mucho, no tenemos derecho a hablar. Y digo yo, ¿por qué le molesta a la Alcaldesa que hablemos tanto si ella, la mayoría de veces, ni nos escucha?. Además da la sensación de que tenga prisa en acabar, si es ella la que convoca los plenos, que lo haga a las 8 de la mañana y tenemos todo el día.

Me preocupa mucho el hecho de que nuestra Alcaldesa se tome tan a pecho y de forma tan personal el que se hubiera pedido opinión al Fiscal sobre la forma de Proceder en el asunto del Teatro Río. Vamos a ver, en un estado de derecho (que no de derecha), lo lógico es recurrir a profesionales para pedir opinión cualificada sobre cualquier situación y, una vez obtenida esa información, proceder, si se considera oportuno, con otro derecho que es recurrir a la justicia para que sea ésta quien ponga las cosas en su sitio. Si esto que digo fuera indigno, ¿para qué están los Jueces?, ¿sobran todos?. La verdad es que tengo una duda y no sé cómo la tengo que disipar: si votamos que sí, nos dicen que somos muy serviles y para qué estamos; si votamos que no, somos el demonio; si nos abstenemos, ¡que poco criterio!..., podríamos no ir a los Plenos, pero claro, esto no estaría bien, o… ¡quizá nos salimos cuando se vaya a votar!... tampoco, taparíamos la cámara de Televisión. No se, está difícil, creo que le pese a quien le pese, lo mejor y los más digno será seguir siendo como somos y diciendo y defendiendo lo que pensamos, aún a riesgo de ser “pesados”, aún a riesgo incluso de que se nos intente limitar nuestro derecho de palabra, en definitiva, aún a riesgo de que al final seamos el señor de todos los males.

Otra cosa que me llama poderosamente la atención es que, por lo visto, Ibi está como está porque en un momento dado, un hada madrina con su varita mágica, lo hizo así. No vayamos a creer que anteriores gobiernos socialistas han tenido algo que ver con esto. Por lo visto, esta hada madrina se ha convertido en duende y, en cuatro ratos, le va a dar la vuelta al pueblo. Pero lo más seguro es que cuando le de la vuelta, de los bolsillos no nos caerá ni pelusa. ¡¡¡Que pena!!!. Bueno, acabo porque tengo que echar más leña al fuego, que si no, se nos apaga el infierno.