Escaparate/Ibi. Si hace tres años, la singular Festa dels Enfarinats atravesaba una profunda crisis debido a los inconvenientes para encontrar nuevas personas que relevaran al grupo protagonista en la fiesta, ahora la situación es completamente distinta.

Hasta tal punto han cambiado las cosas, que este año la oposició era más numerosa que nunca, ya que a este grupo puede agregarse todo aquel que lo desee, a diferencia de lo que sucede en Els Enfarinats, cuyo límite está marcado por los cargos que representan cada uno de los integrantes (alcalde, juez, alguacil...).

La jornada del 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes, amaneció pues más animada que nunca, con mucha expectación en la calle. Entre ella, la de los fotógrafos y cadenas de televisión que cada año acuden a esta cita, esperando captar las mejores imágenes de una fiesta que empieza a ser conocida en todo el país y también fuera de nuestras fronteras.

La primera edición del concurso de fotografía convocado la Agrupación Fotográfica ibense y por el Ayuntamiento ha creado el revulsivo que se esperaba. Profesionales de revistas especializadas de ámbito nacional, fotógrafos de la comarca y aficionados participaban este año de las fiestas para obtener esta imagen nunca vista.

La fiesta comenzaba a las diez de la mañana el tradicional traspaso de poderes. La alcaldesa entregaba al alcalde dels Enfarinats, la vara de mando y se iniciaba así la Justícia Nova. La plaza de la Iglesia se convertía un año más en el cuartel general de esta fiesta y, durante la primera hora, se lanzaron sólo harina y huevos, en vez de cohetes, para facilitar la participación del público. Esta medida, implantada el pasado año, ha comenzado a dar también sus frutos ya que han sido más las personas que se han atrevido a acercase.

Finalizadas las dos horas de batalla campal, enfarinats i oposició realizaban la visitas a los comercios para imponer sus impuestos, recogiendo este año casi mil euros para el Asilo San Joaquín.