Tarifa Zaplana
Se que este artículo va a ser políticamente incorrecto. Se
que ahora no toca a hablar de Zaplana y que este personaje es
objeto preferente de las burlas y desprecios de la inmaculada
izquierda.
Yo conocí a Zaplana en el difunto hotel Onix de Onil en una de las reuniones que hacía allí junto a los ahora cadáveres políticos Luis Fernando Cartagena, José María Rozalén o Juan Antonio Montesinos. Por aquella época Zaplana todavía era concejal de Benidorm, Paco Camps tenía flequillo y Maite Parra era mocita.
Mas tarde lo entrevisté varias veces siendo President de la Generalitat aprovechando que iba a Benidorm a las fiestas o a descansar; por aquella época ya se le conocía como "Eduardo" a secas. La última vez que pude hablar con él fue en un gimnasio común al que íbamos en Benidorm no hace mucho tiempo. Siempre que coincidimos en algún acto público me saludó acordándose de mi nombre lo cual siempre me sorprendió ya que el tipo debía de conocer a miles de tipos mas importantes que yo. Aquí siempre se le ha vituperado como ejemplo de bon vivant, corrupto, mujeriego y "amigo de sus amigos" incluso de los mas indeseables. Yo también lo he vituperado aunque siempre he pensado que es mejor tener a alguien poderoso en Madrid radicado en Alicante que no tenerlo.
Zaplana viene de la UCD, igual que Salvador Miró o Leopoldo Calvo Sotelo. Zaplana fue el primer presidente alicantino de la Comunidad Valenciana y le dió a Paco Camps trabajo como Conseller de Educació. Zaplana recuperó para el PP la Comunidad Valenciana y se fue a Madrid de Ministro de Trabajo dejándole el cargo de Presidente de la Generalitat a Olivas (al igual que Lerma que se fue a Madrid con Burriel después de haber perdido las elecciones y abandonando a sus derrotados compañeros en Valencia).
Me imagino que habrá gente que pensará en Zaplana como en un vulgar asaltacapas con suerte aunque nunca ha estado en la cárcel como inquilino. Ahora se ha ido a la empresa privada despues de que Camps le haya vetado en las últimas generales y de que Rajoy le haya sustituido tras haber dado la cara por el PP en la legislatura mas crispada de la democracia. Eduardo a estas alturas ya debe de conocer en carne propia el sentido profundo del refrán "no sirvas a quien sirvió ni pidas a quien pidió".
Moraleja: no hagan caso a Llamazares. Es pura envidia. ¿se imaginan a alguien ofreciendo cualquier puesto de trabajo a semejante tipo? Ni en Telefónica ni en un sórdido locutorio con música ambiente de bachata.
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