Escaparate/Onil. Son muchos ya los rumores que circulan por Onil sobre una crisis en el seno del Partido Popular, más aún en las últimas semanas, cuando su portavoz, José MªRozalén, ha estado recogiendo firmas para conseguir el respaldo de los militantes frente al debate abierto.

Lo cierto es que cuatro concejales del PP, Juan Ramón Mira Rico, Gloria Garrido, Charo López-Santacruz, y José Ramón Pérez, plantearon hace casi medio año un debate en el seno del Partido Popular con la intención de renovar su imagen, lo que suponía cambiar de portavoz. La propuesta no fue bien recibida por Rozalén y durante este tiempo, a pesar de la intervención del PP provincial, la crisis no se ha solventado, es más, se ha recrudecido hasta tal punto que los cuatro concejales están decididos a dimitir si no hay cambios sustanciales.

Todo empezó cuando dos meses después de entrar como concejales José Ramón Pérez y Charo López-Santacruz, el primero de ellos se percató que el ex alcalde no funcionaba como portavoz de la oposición y decidió hablar con sus compañeros de grupo. Tras recibir el respaldo de otros tres ediles, decidió plantear el tema en una Junta Directiva. La propuesta, de cambiar al portavoz, fue lanzada el 30 de mayo y desde entonces han estado sufriendo una “situación insoportable, muy incómoda” que no han hecho pública para no perjudicar la imagen del PP en Onil con “chantajes y presiones personales” por parte de Rozalén según han asegurado a este periódico los cuatro concejales.

En dicha Junta, Rozalén se mostró totalmente contrario al debate, asegurando que ése no era el lugar para plantear el cambio de portavoz. A las tres semanas siguientes, hubo un Pleno y los cuatro concejales coinciden en afirmar que Rozalén no les informó con anterioridad de lo que se iba a votar.

La situación era cada vez más tensa. En este contexto, en una nueva reunión, Gloria Garrido (quien fuera concejala con él en la anterior legislatura) le pregunta por los planes de futuro a Rozalén. Éste contesta que tiene pensado seguir de presidente en el partido y que en las próximas elecciones, se presentará como candidato y “buscará su lista”. Desde ese momento, los cuatro concejales aseguran que Rozalén les intentó separar, hablando personalmente con dos de ellos, con Charo y José Ramón. En una posterior reunión, se rompe toda relación. En ésta interviene Vicente Roque, el quinto concejal que hasta entonces no había participado en el debate. Éste asegura que no aprueba el talante de Rozalén pero aún así le muestra su fidelidad y que le seguirá apoyando. A partir de ahí, el debate sobre la sucesión de Rozalén pasa al partido local e incluso los hay que opinan que no “hay que tocarlo” como concejal. Incluso algunos miembros de la Directiva intentan mediar hasta tal punto de proponer portavocías compartidas y que los cuatro concejales marcarán las pautas de actuación en los Plenos. Algo que no es aceptado ya que desde un principio se busca cambiar la imagen del partido algo que no se conseguiría si siguiera allí Rozalén.

Sigue “el acoso y derribo” de Rozalén contra ellos cuatro, según aseguran, pero el tiempo pasa hasta que un día el ex alcalde le asegura a Juan Ramón Mira que el PP provincial de Alicante está de su lado y por tanto les reta a que dimitan, si ésa es su intención. Antes de presentar la dimisión, los cuatro concejales envían un correo electrónico al PP provincial informando sobre su decisión. Al momento, Juan Ramón Mira recibe una llamada solicitándoles que no hagan nada y que esperen a una reunión con Macarena Montesinos, diputada nacional.

El Partido les pide que no hablen y así lo hacen hasta después de vacaciones a pesar de las presiones que algunos de los concejales siguen recibiendo. Mientras tanto, Rozalén comienza a recoger firmas entre los militantes, de ahí que el rumor se vaya extendiendo.

Tras reunirse en varias ocasiones con miembros de la Ejecutiva Provincial del PP y aunque éstos les han pedido que no dimitan, lo cierto es que el partido tampoco ha logrado solucionar la situación. Después de todo este tiempo de discusión en la que su imagen se ha podido ver afectada por lo que se decía en el calle, los cuatro ediles han decidido empezar a dar su versión de los hechos. Ya no se contentan con que Rozalén dimita como portavoz sino que quieren que lo haga también como concejal y que se realicen elecciones para elegir a un nuevo presidente del PP local.