La introducción de nuevos atractivos obedece a la idea de la concejal de la Feria, Gisela Ortiz, de que la oferta no sea repetitiva ni se limite al mercado medieval, de forma que los visitantes “sigan viniendo” año tras año.

La XVI Feria de San Isidro ocupará una superficie de 70.000 metros cuadrados y contará con unos 270 expositores, algo más que el año pasado, cuando visitaron el certamen más de cien mil personas, según el alcalde, José Luis Prats.

“Estamos orgullosos”, dijo el primer edil, “de que una feria que comenzó en 1992 con un carácter eminentemente comercial, se haya convertido, 16 años después, en un acontecimiento multidisciplinar de referencia comarcal, provincial e incluso nacional, puesto que comenzamos a recibir visitas de otras provincias españolas”.

Prats explicó que el presupuesto de la Feria es de 110.000 euros, la misma cantidad que el año pasado. “Se trata de optimizar recursos”, afirmó.

Exposiciones y Espai Lúdic
Cada año ganan relevancia las actividades culturales que se organizan paralelamente a la Feria, como la exposición de pintores locales Castall’Art, en la Casa de Cultura, y la muestra de carteles de fiestas y de dibujos del concurso infantil sobre los moros y cristianos, en la Casa del Fester. Este año también podrá visitarse, en la Casa de Cultura, la exposición de fotografías del primer maratón ‘A ras de terra’.

El público infantil y juvenil, preferentemente, tiene una cita ineludible con el Espai Lúdic, que propone una aventura para conquistar el Kilimanjaro. La actividad tendrá más de 20 pruebas y contará con la colaboración de la Federación Valenciana de Escalada.

Por último, tanto el alcalde como Gisela Ortiz coincidieron en la pretensión de que el visitante de la Feria vuelva a Castalla para conocer su riqueza patrimonial. “Castalla tiene demasiados cartuchos como para explotarlos todos el mismo día”, sentenció la concejal.