Multitudinaria asistencia de vecinos de Tibi a la presentación del proyecto municipal de abastecimiento de agua a las urbanizaciones
Escaparate/Tibi. El Teatro de la Villa se quedó pequeño la noche del miércoles para acoger a los más de 140 vecinos que decidieron asistir a la presentación del proyecto para abastecer de agua a todas las urbanizaciones del término municipal.
Casi una hora empleó uno de los redactores del proyecto en exponer los pormenores de esta gran infraestructura, en la que hay que realizar canalizaciones y construir cuatro depósitos de agua.
La portavoz popular, Elvira Martínez, abrió el turno de palabras para criticar esta propuesta del equipo de gobierno que, según dijo, se ha elaborado sin contar con el Partido Popular y que supondrá ceder el servicio municipal de agua potable a una empresa privada para cincuenta años.
La edil popular defendió ante todos los presentes que la gestión del agua siga en manos del Ayuntamiento “porque la empresa privada sólo busca beneficios y si la gestiona el municipio, al menos el dinero se quedará en el pueblo”.
Respaldas sus palabras con aplausos por un amplio grupo de vecinos, la concejal del PP también criticó el proyecto que encarecerá el servicio a los ciudadanos y acusó a los socialistas de usar este tema de modo electoral.
Algunos de los presentes, vecinos de urbanizaciones, se interesaron principalmente en saber si a sus casas llegará el agua, pero en términos generales, la presentación se convirtió en un debate político entre populares y socialistas.
El alcalde, Jesús Ferrara, acompañado por concejales y técnicos municipales defendió este proyecto que “llevará el agua a todos los vecinos de Tibi y que acabará con los constantes problemas de suministro que en las urbanizaciones”.
Actualmente, cinco de las seis urbanizaciones de Tibi (Terol, Cruz Maigmó, Bonaire, Maigmó y Aljibe) se abastecen del pozo Sarganella, propiedad del municipio de Agost. Sólo Meclí y el casco urbano tienen agua del pozo del Llosar, de propiedad municipal.
El coste de este proyecto asciende a 4,4 millones de euros y el plazo de la concesión es de 50 años, una de las cuestiones más criticadas por los populares.
El alcalde explicó que se ha optado por este plazo para “que no repercuta el coste de las obras en el recibo del usuario”.
El proyecto permanecerá expuesto al público durante un mes. Posteriormente se sacará a licitación pública para su adjudicación.
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