Escaparate/IBi. El miércoles, los alumnos del instituto Fray Ignacio Barrachina estrenaron las aulas prefabricadas. De nuevo, los estudiantes tuvieron que realizar labores de mudanza y entraron ellos mismos las mesas y las sillas para poder dar clase, un día después de lo previsto porque no había luz. Las pizarras las tuvieron que poner sobre unas mesas porque todavía no se han instalado los mecanismos para colgarlas ni tampoco las perchas.

Los estudiantes del otro centro, el de La Foia, no han podido ocupar de momento los nuevos barracones porque carecen de luz aunque el director, Paco Torregrosa, expresaba su confianza en que la próxima semana puedan impartir clases en las nuevas aulas.

Los alumnos del Barrachina, que ya han estrenado sus aulas, manifestaban a este periódico algunas quejas. Para ellos, “son iguales aunque más limpias y nuevas” y han denunciado que los aparatos de aire acondicionado son los mismos, por tanto, temen que se repitan los problemas que tenían antes de esta sustitución. Sin embargo, el director del centro, Germán Belda, ha señalado que se han conservado los equipos de refrigeración que estaban en buen estado y, por tanto, según la empresa deben funcionar de forma adecuada.

Los estudiantes también denuncian la falta de persianas en una parte de las aulas lo que impide la visión de la pizarra cuando entran los rayos de sol.

La mayoría de los jóvenes coinciden en que tienen ganas de que se arreglen los dos institutos y una de ellas, apuntaba que cuando llueve, “el instituto la Foia parece una piscina”.

Algunos alumnos han mostrado su malestar por la valla de separación que van a colocar entre ambos institutos porque eso les obligará a “mezclarse con los más pequeños”. Sin embargo, desde la dirección de ambos centros, se considera una medida necesaria para controlar a los alumnos.

Desde la concejalía de Educación, Antonio Granero, ha comentado que si una vez finalicen los trabajos existe alguna deficiencia, entonces se subsanará pero recuerda que la empresa todavía no ha finalizado la instalación.

Pie de foto: Los alumnos del instituto La Foia todavía no han estrenado sus aulas a la espera de que conecten la luz