La intermitente lluvia caída este fin de semana, en ocasiones con gran intensidad, no impidió que el público acudiera en masa a la XVI Feria de San Isidro de Castalla, cumpliendo con los objetivos de la organización.

La concejal delegada de este evento, Gisela Ortiz, explicó a Escaparate que, a pesar de la lluvia, "este año se ha registrado más asistencia de público que en pasadas ediciones". Ya el viernes por la noche no cabía un alfiler, al igual que el sábado por la mañana, algo que nunca se había dado hasta la fecha. Por no hablar del momento de la mascletà, el domingo a las dos de la tarde, cuando el parque municipal y los balcones estaban abarrotados. La pirotecnia Zamorano Caballer no defraudó y ofreció un gran espectáculo de pólvora y ruido que consiguió estremecer y emocionar a propios y extraños. A modo de curiosidad, la propia concejal de la Feria fue la encargada de prender la mecha.

La incertidumbre de la organización sobre la asistencia de público se planteo el sábado por la tarde, cuando inesperadamente comenzó a llover con fuerza y dejó las calles mojadas y vacías. Sin embargo, cuando dejaba de llover, "todo se llenaba de gente como si no hubiera llovido", según la concejal, lo que les hizo volver a respirar tranquilos, puesto que el éxito estaba, de nuevo, asegurado.

Como adelantó Escaparate la semana pasada, la Feria fue inaugurada por la presidenta de las Cortes Valencianas, Milagrosa Martínez, quien estuvo acompañada por el secretario autonómico de la conselleria de Agricultura, Vicente Riera, y la vicepresidenta de la Diputación de Alicante, María del Carmen Jiménez.

La comitiva inaugural recorrió la mayoría de las calles de la Feria para finalizar disfrutando de la degustación gastronómica ofrecida por el restaurante Nou Trinquet.