Una treintena de padres se reunió este miércoles con la alcaldesa, Mayte Parra, para reclamarle responsabilidades sobre el proceso de adjudicación de la guardería ubicada en el centro social polivalente, regentada hasta ahora por la Carrasca. A nueve días del inicio del curso, los padres han sabido que a partir de septiembre serán otras educadoras, las propietarias de Patucos, quienes cuiden de sus hijos (hay 53 matriculados). Los padres acusan al Ayuntamiento de no darles opción a elegir ya que a estas alturas no quedan plazas en el resto de guarderías. En este sentido, han recriminado a la alcaldesa que no iniciara el concurso público en periodo de matrícula, abril o mayo, para que así los padres, conociendo quiénes iban a gestionar la guardería el próximo curso, decidieran o no inscribirlos.

La alcaldesa ha asegurado que el concurso público, al que se presentó La Carrasca y Patucos, se inició en julio porque era en este mes cuando se finalizaba el contrato, que había sido prorrogado año y medio para no coincidir con Navidad. Mayte Parra ha indicado, en una reunión de más de una hora y con momentos muy tensos, que los padres sabían, cuando hicieron la preinscripición, que quizá La Carrasca no continuaría y, por tanto “se la jugaron al 50%”.

Dada la elevada preocupación de los padres, muchos de los cuales no quieren que sus hijos vayan a la nueva guardería, Parra se ha comprometido a agilizar los trámites de licencias para que las educadoras de La Carrasca puedan prestar su servicio en otro local. La alcaldesa ha recordado que el Ayuntamiento sólo ha cambiado la gestión, ajustándose a la Ley de Contratación, pero que el servicio de guardería se sigue dando.

La Carrasca propuso un alquiler mensual de 400 euros frente a los 700 ofrecidos por Patucos, de ahí que esta última ganara el concurso público, conforme a las condiciones técnicas establecidas.