Eduard Punset ofreció una conferencia durante la celebración de Idinova
“Hay que estar un poquito delante de las masas pero no demasiado para no quedarte solo”
Pregunta: ¿Cuál es el contenido de la conferencia?
Respuesta: Me gustaría sugerir los cambios más recientes que están condicionando la capacidad creativa de la gente. Hay un concepto de la industria del zapato, que los neurólogos han elevado ahora a verdad científica, y es que tienes que estar un poquito delante de las masas pero no demasiado porque sino te encuentras solo y gesticulando.
P.: ¿Y sobre la creatividad?
R.: Aludiré a otros factores responsables de esta creatividad en tiempos recientes y que la ciencia ha puesto de manifiesto. Por ejemplo, hemos visto con que los monos, al contrario de lo que se pensaba, pueden cambiar de opinión. Los homínidos, o sea nosotros, tenemos un especie de rechazo a cambiar de opinión, lo consideramos como una especie de traición, de trivialización de la vida,... uno no debiera renunciar nunca a lo que es. Claro, los monos nos están demostrando que eso es absolutamente erróneo y falso y los neurólogos también.
P. ¿Y eso qué ha supuesto?
R.: LLegar a la innovación es de las cosas que hemos olvidado. Cuando yo decía que hay que estar delante de las masas pero no demasiado adelante es paradójico ver que eso coincide con unas declaraciones del presidente de Google en el que recuerda que usan un 70% de sus recursos a fomentar y explotar los negocios que les dan dinero ahora; un 20% a estimular negocios muy parecidos a lo que están haciendo y sólo el 10%, a negocios absolutamente nuevos, dispares y distintos.
`Yo creo que la gran aportación de la neurología al tema de creatividad tiene que ver también con este descubrimiento de la plasticidad enorme del cerebro que permite el aumentar la capacidad cognitiva de la gente. O sea, estamos caminando hacia una situación en que se producirá una fusión entre la evolución biológica y la tecnología. Y esto será posible gracias a la plasticidad del cerebro y la perfección de las máquinas que permitirán poder acumular datos en cantidades inimaginables para un cerebro humano.
P: ¿Hay algún pero en esta concepción del mundo?
R.: En toda esta visión un tanto rosada de lo que viene, sólo hay una nube y es la capacidad infinita de la gente para hacerse infeliz. Esto, también gracias a la neurología, sabemos que arranca del hecho de que la gente toma decisiones no en función de lo que ve, sino de lo que cree; en función de sus convicciones y códigos que eran útiles hace mil años o cien mil años pero que hoy dificultan enormemente la comunicación entre la gente. Es un campo inacabable en donde no había ciencia hace 20 años y donde está explosionando la ciencia en estos momentos.
Hay un hecho biológico innegable de la especie hacia el optimismo sin el cual no se podría haber sobrevivido. La situación era tan dura que hacía falta que la gente estuviera convencida de que ellos iban a estar menos enfermos que los demás, que sus hijos iban a encontrar más fácilmente escuela que los demás,..., sin eso no habría habido evolución. Pero dicho esto, a niveles de abstracción, había la creencia de que había que estar enfermo para ser creativo, que había que estar psicópata. Que había que estar depresivo, llorando y nos presentaban a los dramaturgos y literatos como personas tremendamente acosadas por el azar y el destino y, que gracias a ese sufrimiento eran capaces de crear. Es mentira. Hoy sabemos que la depresión es una enfermedad como la sífilis, que unos están enfermos de depresión y punto y que eso no sirve para nada a la hora de fustigar el conocimiento, sino todo lo contrario.
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