Ante las numerosas quejas de vecinos de la calle Blasco Ibáñez y adyacentes que han llegado a oídos de los concejales del grupo socialista, su portavoz, Maite Gimeno, formuló en el último Pleno unas preguntas referentes a la situación legal de un conocido pub de la zona, a cuyo alrededor se arremolinan cada fin de semana cientos de jóvenes, que molestan al vecindario con “botellones en la calle, música elevada en los coches aparcados” y otros actos tan censurables como “hacerse rayas en las repisas de las ventanas”. A raíz de esta situación, el PSOE afirma que “peligra la salud de estos vecinos, por la falta de descanso los fines de semana, ya que estos hechos tienen lugar hasta las 8 de la mañana”.

La hora de cierre de este local, según explicó el edil de Comercio, José Lino Rico, está fijada a las 7:30 de la mañana, ya que cuenta con licencia de cafetería y sala de fiestas. Así pues, contando con alrededor de treinta minutos que se dan a los clientes para que vayan desalojando la sala, el pub puede estar legalmente abierto hasta las 8 de la mañana.

El problema está, sin embargo, en el exterior del local, con el comportamiento problemático y desordenado de algunos jóvenes. Al respecto, y sobre todo refiriéndose a las “rayas en las repisas”, el alcalde, José Luis Prats, afirmó que “es una cuestión de educación”.

A pesar de que prácticamente cada semana hay vecinos que llaman a la Policía Local y las patrullas acuden “siempre”, según la concejal del área, Gisela Ortiz, el problema es que “nadie denuncia, y sin denuncia no se puede actuar”. La edil de Policía añadió que “cuando haya denuncia se hará todo lo que se pueda; mientras, las patrullas van e intentan evitar altercados”. Por ejemplo, en caso de peleas, “cuando llegan ya se ha acabado todo y nadie quiere poner una denuncia”.