El buen tiempo acompaña a las miles de personas que visitan el mercado medieval de Ibi
Escaparate/Ibi. En su cuarta edición, el mercado medieval de Ibi tuvo más suerte que años atrás en cuanto al tiempo. El sol y las temperaturas cálidas animaron a mucha gente a pasear por los puestos de artesanía, a “picar” alguna tapa en la Plaza de la Media Vuelta o a ver los espectáculos de malabares y trapecistas frente a la iglesia.
Los tradicionales puestos de venta de productos de alimentos caseros como queso o embutido compartieron escenario con los de objetos artesanos como collares, duendes, cuencos de cerámica o juguetes de madera. Las hierbas aromáticas o los tés al igual que los chocolates fueron otros productos destacados en cuanto a ventas.
En la Plaza de la Media Vuelta, este año se ubicaron los puestos de comida, como la pulpería y la crepería. Este lugar estuvo muy transitado en las horas de las comidas, menos el sábado por la noche que el gran clásico de fútbol mermó la presencia de gente. Precisamente en esta plaza, el viernes por la noche se abría oficialmente el mercado, con la música del Castell Vermell y el grupo de animación medieval.
En la plaza de la iglesia, se instalaron los trapecistas que mostraron su arte de contorsionarse en el aire. También hubo demostraciones de cetrería. Águilas, búhos y demás aves rapaces alzaron su vuelo por la plaza y además quedaron expuestas para contemplación de los numerosos visitantes.
El concejal de Comercio, José Antonio Onsurbe, señala que por primera vez, las tiendas del casco histórico abrieron también sus puertas.
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