Numerosas personalidades políticas e industriales asisten al sepelio y destacan la trayectoria de Salvador Miró
Escaparate/Ibi. Entre los destacados políticos que asistieron ayer al sepelio, el conseller de Empresa, Justo Nieto, se mostraba muy abatido y triste por la muerte de Salvador Miró, al que calificó como “un hombre bueno, trabajador, generoso, lúcido”, destacando el hecho de que hubiese fallecido en estas fechas tan relacionadas con el juguete.
El presidente de las Cortes Valencianas, Julio de España, hablaba también de Salvador Miró como un “hombre singular y para mi, especial”, revelando que él fue uno de los “culpables de que hoy esté en política”.
Julio de España explicaba la gran amistad que les unía y también como desechó volver a la política activa “porque mantenía la tesis de que servía mejor a la sociedad desde la propia dinámica económica sobre un sector tan singular como el juguete”.
El presidente de las Cortes Valencianas manifestaba que había venido a despedirse de un amigo “que además ha sabido hacer de su vida, el servicio a la sociedad, su bandera y al mismo tiempo saberlo compartir con una familia que entrañablemente ha estado unida a él”.
José Marín, delegado del Consell, destacaba a Salvador Miró como “una persona imprescindible para Ibi, desde el punto de vista político, dejando una estela importantísima”. También alabó su trabajo al frente de la patronal juguetera, indicando que “su lucha en los momentos más difíciles, su entrega, sus logros para que el sector tuviese lo que se merecía y no se viese vapuleado, Salvador fue ejemplar en ese aspecto y el juguete ha seguido marcando las pautas, siendo un sector fundamental”.
Gran amigo de Salvador Miró, Marín indicaba que “ha sido un duro golpe, una pérdida enorme para toda la provincia de Alicante y sobre todo para Ibi”.
Llegado desde Francia para asistir al sepelio de Salvador Miró, el director de la Asociación francesa de jugueteros, Daniel Aboaf, manifestaba la gran relación que les unía y su amistad de hace años. Explicaba los intereses comunes que defendían en Europa para que el juego siguiera evolucionado en todo el mundo.
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