La primera feria de San Cristóbal organizada este fin de semana en Onil ha obtenido una gran afluencia de público. La avenida de La Paz, principalmente, ha sido el punto de reunión de cientos de colivencs y vecinos de la comarca que decidieron visitar los stands, disfrutar de las atracciones de feria y de las actuaciones musicales. Uno de los actos más multitudinario de esta feria fue el de la paella gigante del sábado. A pesar de las altas temperaturas, más de un millar de personas degustaron el arroz cocinado por Paellas Monumentales La Costera-Siglo XV. Y quienes también pudieron disfrutar de una paella de marisco fueron los usuarios de la residencia de la tercera edad y las monjas del convento. Miembros de la corporación, encabezados por la alcaldesa, Elisa Ribera, y una representación de camioneros portaron la paella a ambos recintos.

Las actuaciones musicales por la noche, la carrera de radiocontrol del domingo o la concentración de vehículos clásicos contaron con gran afluencia de público.

La alcaldesa ha agradecido la buena respuesta de todos los ciudadanos, comercios, expositores y asociaciones por su colaboración y su respaldo a este evento.

El éxito que ha obtenido esta feria, a pesar de disponer de tan poco tiempo para su organización, anima al Ayuntamiento a mantener este evento en los próximos años, el primer fin de semana de julio. El viernes por la tarde, la alcaldesa inauguró la feria acompañada de numerosos concejales del PP y la portavoz socialista. Tras el corte de la cinta, se dispararon dos tracas y se brindó por el éxito de esta primera edición.

Bendición de vehículos
El sábado por la tarde, los camioneros y los vecinos del barrio San Cristóbal celebraron su festividad con la tradicional procesión del santo hasta la iglesia y la misa oficiada por el cura párroco. A continuación, decenas de camiones y turismos desfilaron por la avenida Constitución para ser bendecidos en la plaza Mayor. El ruido ensordecedor de los claxons fue, un año más, el protagonista de este acto. A continuación, se trasladó la imagen al barrio, acompañada de las autoridades, el CIMO y numerosos vecinos, donde se sirvió un refrigerio.