Escaparate/Ibi. Alrededor sólo hay casas en ruinas a pesar de que la suya está totalmente reformada y, por tanto, en condiciones para ser habitada. Un agente de la Guardia Civil y su mujer viven desde el pasado mes de junio en el único piso rehabilitado de las casas de los maestros del Derramador, aquellas que se están vallando para prohibir la entrada de personas y evitar así peligros por desprendimiento de cristales o de tejas; aunque sus dos únicos inquilinos disponen de llave para salir y entrar y aparcar su coche.

El agente de la Benemérita ocupa este piso con el permiso del Ayuntamiento, propietario de estas viviendas, ya que cuando llegó a Ibi de destino, en el cuartel de la Guardia Civil le ofrecieron la casa. No paga ningún alquiler tan sólo se hace cargo de los gastos de luz y de agua. Un privilegio que muchos ciudadanos querrían tener.

Asegura que no pasan miedo por la noche aunque ahora la valla impedirá el acceso de algunos jóvenes que entran en viviendas abandonadas. Respecto al colectivo ecuatoriano que hacía uso del descampado para jugar al voleibol, señala que nunca les han causado ningún problema.

La casa está totalmente reformada y la habitan agentes de la Guardia Civil de forma temporal desde que el anterior equipo de gobierno socialista decidiera reformar uno de los treinta pisos que conforman esta urbanización abandonada desde hace más de diez años. El ex alcalde, Vicente García, ha explicado a este periódico que la reforma se hizo para contabilizar el coste que supondría arreglar todas las viviendas. Brigadas contratadas a través del INEM fueron quienes acometieron estos trabajos.

Y después, teniendo en cuenta que las casas podrían ser destinadas a un nuevo cuartel, se permitió que la Guardia Civil ocupara la vivienda. Por su parte, el actual equipo de gobierno no va a retirarle el permiso, por tanto podrán seguir habitando la casa sin coste alguno. Sobre la reforma del resto de viviendas, el Ayuntamiento no tiene nada decidido todavía.