El Onil sale escaldado con otro equipo alicantino
Sábado 06/11/2004
CG IBI
ONIL SAN GABRIEL ONIL: Rubén, David, Andrés (Marcas), Alberto, Fernando, Liberio, Dani, Pepo, Belda, Tito (Raúl), El Maño.
No pudo ser. Y el Onil se enfrentó a un equipo con una plantilla de jugadores veteranos que supieron aprovechar los fallos de la defensa. El Rácing San Gabriel es un conjunto rocoso, y todos sabían que se trataba de uno de los encuentros complicados de la liga. Empezó mal el encuentro, con un gol de estos que los puristas llaman tempraneros. En el minuto 15 los alicantinos se adelantaron. Una luz de esperanza se abrió cuando de las botas de El Maño llegó el empate en el minuto 35. Con este resultado se marcharon al descanso, dispuestos a dar una alegría en casa.
Los colivencs tenían esperanzas de ganar y demostraron convicción para hacerlo, ya que el contrincante no demostró la superioridad con la que los venden. El dominio era parejo, y el Onil hasta albergó la posibilidad de hacerse con los tres puntos del encuentro. Con esa mentalidad salieron al terreno de juego en la segunda parte, y los pronósticos fueron válidos. Ambos equipos estaban muy equilibrados en el la forma de hacer fútbol, no así en la astucia. Pero en dos rechaces de la defensa alicantina, sus sagaces jugadores no perdonaron y dieron la puntilla al partido para al final irse con un resultado más que satisfactorio.
El Onil no se amedrantó ante la ventaja. Hizo de tripas corazón, y varias veces se adentró en los terrenos de la portería enemiga para demostrar que no es un equipo al que se le pueda perder de vista. Ahora el mérito era del portero, que o bien le dio por pararlo todo, o tuvo eso que llaman suerte. En soledad y frente a tres jugadores colivencs supo ingeniárselas para convencer a la pelota para que no pasara la raya blanca.
A pesar de que dos derrotas consecutivas los han dejado en los últimos puestos de la tabla, el Onil encara el futuro con optimismo. La razón: tres de los encuentros más duros ya los han pasado, dos de ellos ante conjuntos alicantinos y con saldo negativo; si bien, los restantes contrincantes del torneo estarán más igualadas, y por ello se plantearán una estrategia distinta en las posiciones de los jugadores.
ONIL SAN GABRIEL ONIL: Rubén, David, Andrés (Marcas), Alberto, Fernando, Liberio, Dani, Pepo, Belda, Tito (Raúl), El Maño.
No pudo ser. Y el Onil se enfrentó a un equipo con una plantilla de jugadores veteranos que supieron aprovechar los fallos de la defensa. El Rácing San Gabriel es un conjunto rocoso, y todos sabían que se trataba de uno de los encuentros complicados de la liga. Empezó mal el encuentro, con un gol de estos que los puristas llaman tempraneros. En el minuto 15 los alicantinos se adelantaron. Una luz de esperanza se abrió cuando de las botas de El Maño llegó el empate en el minuto 35. Con este resultado se marcharon al descanso, dispuestos a dar una alegría en casa.
Los colivencs tenían esperanzas de ganar y demostraron convicción para hacerlo, ya que el contrincante no demostró la superioridad con la que los venden. El dominio era parejo, y el Onil hasta albergó la posibilidad de hacerse con los tres puntos del encuentro. Con esa mentalidad salieron al terreno de juego en la segunda parte, y los pronósticos fueron válidos. Ambos equipos estaban muy equilibrados en el la forma de hacer fútbol, no así en la astucia. Pero en dos rechaces de la defensa alicantina, sus sagaces jugadores no perdonaron y dieron la puntilla al partido para al final irse con un resultado más que satisfactorio.
El Onil no se amedrantó ante la ventaja. Hizo de tripas corazón, y varias veces se adentró en los terrenos de la portería enemiga para demostrar que no es un equipo al que se le pueda perder de vista. Ahora el mérito era del portero, que o bien le dio por pararlo todo, o tuvo eso que llaman suerte. En soledad y frente a tres jugadores colivencs supo ingeniárselas para convencer a la pelota para que no pasara la raya blanca.
A pesar de que dos derrotas consecutivas los han dejado en los últimos puestos de la tabla, el Onil encara el futuro con optimismo. La razón: tres de los encuentros más duros ya los han pasado, dos de ellos ante conjuntos alicantinos y con saldo negativo; si bien, los restantes contrincantes del torneo estarán más igualadas, y por ello se plantearán una estrategia distinta en las posiciones de los jugadores.
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