Escaparate/Ibi. La Policía Local se incautó la pasada semana de un hacha que, unos días antes, había sido robada de una casa de campo. La herramienta se encontró en el interior de la mochila de un joven, que junto a otros seis amigos, estaban haciendo novillos en el parque Derramador. El hallazgo se produjo de forma casual ya que, según fuentes policiales, los agentes realizan inspecciones rutinarias en varios puntos de la localidad para controlar el absentismo escolar.

Precisamente, en una de esas inspecciones localizaron a un grupo de seis jóvenes en el parque, en horario lectivo, que hacía “novillos” del instituto Nou Derramador. Los agentes procedieron a identificarlos y se les requisó una pequeña cantidad de hachís y la hoja de la herramienta, que uno de ellos llevaba dentro de la mochila. El palo del hacha se encontró detrás de un árbol.

La herramienta es producto de un robo que tenía lugar días antes en una casa de campo. Se trata de un hacha de grandes dimensiones, similar a la que emplean los aizkolaris (cortadores de troncos) en el País Vasco, por lo que pudo ser identificada con facilidad por sus dueños. A raíz de estos hechos, la Guardia Civil ha abierto una investigación para esclarecer lo sucedido, en la que se tomará declaración a los chicos.

En el momento de la incautación, los jóvenes explicaron a los agentes policiales que la herramienta se la habían dado otro grupo de chavales.

Tres robos a casas de campo

Unos días antes, se denunciaron robos en tres casas de campo situadas en la partida del Sargaret. Los autores provocaron diversos daños materiales en estas viviendas, aunque no consiguieron llevarse nada de valor, ya que las casas no son utilizadas como residencia habitual.

En todas sustrajeron diversas herramientas, de las que se usan en las tareas del campo, y en dos de ellas robaron varias hachas que había en el interior. Una de éstas es la que, recientemente, ha sido requisada al grupo de jóvenes.

Actuación de los bomberos

El lunes, los bomberos tuvieron que efectuar dos salidas, a causa de dos incidentes que se resolvieron favorablemente. Uno de ellos se producía a mediodía en un piso de la avenida de la Paz. Los propietarios se olvidaron las llaves dentro, dejándose la comida en el fuego. La rápida intervención de los bomberos evitó que este suceso provocara daños importantes.

La otra intervención fue en un local de trabajo situado en el barrio de Vilaplana donde, según fuentes policiales, una joven empleada se encerró en el cuarto de baño, provista de un cuchilla y con la amenaza de quitarse la vida.

Se dio aviso a los bomberos para que forzaran la puerta, aunque su intervención no fue necesaria ya que el problema se resolvió favorablemente gracias a la mediación del padre de la joven que consiguió convencerla y que depusiera su actitud.