El edificio del Ravalet en Ibi acumula más de doce embargos
Lunes 19/12/2005
Escaparate/Ibi. La crispación de compradores y proveedores del edificio de la calle El Ravalet va en aumento conforme pasan las semanas y, ahora, tras las declaraciones del constructor Cosme Sanchís, un nuevo comprador denuncia la grave situación en la que se encuentra este inmueble con más de 12 órdenes de embargo, uno de ellas de la Seguridad Social.
Lluís Picó, a través de un escrito, pide explicaciones al constructor sobre el destino que ha dado al dinero que han aportado hasta el momento los cinco compradores de las viviendas y manifiesta su negativa a aportar un euro más, como solicita Sanchís, para levantar los embargos.
Según el comprador, “el señor Sanchís no ha pagado sus deudas y ahora pretende que los que somos los afectados en este asunto se las paguemos y él salga de rositas. Deudas que, en algunos casos, ni tan siquiera corresponden a esta obra”. Lluís Picó explica que el primer embargo está fechado en julio de 2003 y su contrato de compra-venta es de finales de agosto de ese mismo año. El comprador no tuvo conocimiento de esa situación hasta el presente 2005, “con lo que se pueden hacer una idea del valor y la credibilidad de las palabras del constructor que me vendió un piso ocultándome que sobre la obra pesaba ya un embargo”.
Asegura Picó que falta por pagar más de 200.000 euros y “esta cantidad no es consecuencia de subidas de materiales”. El dinero ha desaparecido y, señala, “los compradores hemos cumplido con nuestra parte del contrato; ahora que él cumpla con la suya y que pague sus deudas”.
Por otro lado, el comprador manifiesta que no se ajusta a la verdad Cosme Sanchís cuando dice que no se van a subastar las viviendas; “no se subastarán por parte del banco, que es el único que está cobrando al existir un remanente de 24.000 euros de la última certificación, pero perfectamente pueden ser subastadas por el resto de acreedores que han embargado”.
Para Lluís Picó “en este asunto falta mucho dinero y, sobre todo, mucha vergüenza” y espera que los tribunales aclaren este grave problema que puede dejar sin vivienda a los compradores de este inmueble.
Lluís Picó, a través de un escrito, pide explicaciones al constructor sobre el destino que ha dado al dinero que han aportado hasta el momento los cinco compradores de las viviendas y manifiesta su negativa a aportar un euro más, como solicita Sanchís, para levantar los embargos.
Según el comprador, “el señor Sanchís no ha pagado sus deudas y ahora pretende que los que somos los afectados en este asunto se las paguemos y él salga de rositas. Deudas que, en algunos casos, ni tan siquiera corresponden a esta obra”. Lluís Picó explica que el primer embargo está fechado en julio de 2003 y su contrato de compra-venta es de finales de agosto de ese mismo año. El comprador no tuvo conocimiento de esa situación hasta el presente 2005, “con lo que se pueden hacer una idea del valor y la credibilidad de las palabras del constructor que me vendió un piso ocultándome que sobre la obra pesaba ya un embargo”.
Asegura Picó que falta por pagar más de 200.000 euros y “esta cantidad no es consecuencia de subidas de materiales”. El dinero ha desaparecido y, señala, “los compradores hemos cumplido con nuestra parte del contrato; ahora que él cumpla con la suya y que pague sus deudas”.
Por otro lado, el comprador manifiesta que no se ajusta a la verdad Cosme Sanchís cuando dice que no se van a subastar las viviendas; “no se subastarán por parte del banco, que es el único que está cobrando al existir un remanente de 24.000 euros de la última certificación, pero perfectamente pueden ser subastadas por el resto de acreedores que han embargado”.
Para Lluís Picó “en este asunto falta mucho dinero y, sobre todo, mucha vergüenza” y espera que los tribunales aclaren este grave problema que puede dejar sin vivienda a los compradores de este inmueble.
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