José Campoy, concejal de Urbanismo de Ibi: “Con la LUV se facilita el acceso de los jóvenes a la primera vivienda”
Escaparate/Ibi. Ninguno de los proyectos urbanísticos de envergadura que están en fase de desarrollo ahora mismo en Ibi, se han visto afectados por la reciente entrada en vigor de la Ley Urbanística Valenciana (LUV) que sustituye a la polémica LRAU.
Únicamente, explica el concejal de Urbanismo, José Campoy, tendrá que volver a iniciarse el proyecto para la segunda fase de la zona de ocio y para la unidad R-15 (solares frente al puente Picó), ya que este último proyecto se desestimó en el pasado Pleno.
Al margen de estas cuestiones, la nueva ley introduce importantes cambios que el responsable de Urbanismo resume en tres puntos: Se refuerzan los derechos de los propietarios dándoles mayor facilidad para que se conviertan en urbanizadores mediante las asociaciones de interés urbanístico; se dota de mayor transparencia el mecanismo de selección de los agentes urbanizadores; y se fomenta la construcción de Viviendas de Protección Oficial (VPO).
A partir de ahora, los propietarios dispondrán de 90 días (no 30 como antes) para presentar sus propuestas lo que posibilitará “ofertar mejores opciones y subrogarse al proyecto más interesante”, explica José Campoy.
De todos modos, añade el concejal, “las perspectivas de mayor participación de los propiestarios tenían que haber sido más definidas en la nueva ley” y en consecuencia para conseguir tal fin “haberle dado a los ayuntamientos mayor poder de decisión para adjudicar las urbanizaciones”.
El concejal de Urbanismo opina que se sigue dependiendo demasiado de la Comisión Territorial de Urbanismo, “hay que esperar informes externos que tardan como mínimo seis meses y ello provoca incesariamente un incremento del precio del suelo. En urbanismo es fundamental el tiempo”.
Más viviendas
La nueva ley elimina el límite de viviendas, aunque en ningún caso se podrá superar la edificabilidad. Esto quiere decir que el promotor podrá construir más pisos con variedad de tamaños y “quizás, por ahí, se contengan los precios y se facilite el acceso de los jóvenes a su primera vivienda”, comenta Campoy.
Otra novedad importante es que la LUV permite excluir las viviendas que se ven afectadas por la urbanización. Es decir, los dueños pueden conservar sus casas y vender, si lo desean parte del suelo que ocupan al promotor. Por último, Campoy explica que ahora para construir tiene que estar garantizado el suministro de agua potable, la depuración de aguas y todas las conexiones.
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