Escaparate/Onil. A pesar de la amenaza de lluvia que finalmente no hizo acto de presencia, más de medio millar de personas asistió a la sexta Peregrinación del Nostre Senyor Robat, la más participativa de cuantas se han realizado. El domingo, la mayoría de los senderistas se dio cita frente al convento de Onil para subir a los autobuses que los llevarían hasta Tibi donde, tras un buen desayuno (con chocolate y coca) y la bendición del párroco, emprendieron el camino hacia Onil, en una marcha de alrededor de 20 kilómetros.

Pasadas las nueve de la mañana, llegaban a la ermita de la Pedrera donde los peregrinos visitaron el altar mayor donde están expuestas las piedras bajo las cuales se encontró la Sagrada Forma, que se guarda en la parroquia de Onil. Los senderistas continuaron el camino hacia Castalla, parando para almorzar en el Forcall.

Repuestas las fuerzas, siguieron su marcha hasta Castalla donde decenas de vecinos les esperaban. A pesar de las indicaciones de la organización de hacer una breve pausa frente a la parroquia para esperar a los más rezagados, los peregrinos continuaron el camino hacia Onil. En varias ocasiones, la Policía y la Guardia Civil tuvieron que intervenir para parar el tráfico y permitir el paso a los senderistas, como ocurrió en la rotonda de Playmobil.

Poco después de la una, comenzaban a llegar los primeros peregrinos a la Iglesia de Onil donde eran recibidos por la alcaldesa, Merce Mira, y miembros de la corporación, en las escalinatas. Todos se concentraron en la Plaza a la espera de la bendición del párroco y muchos de ellos, entraron a visitar la Sagrada Forma.

Para todos los peregrinos, el Ayuntamiento de Onil ofreció un merecido aperitivo en el Claustro del Palacio.