La patronal augura un buen año 2005 para los fabricantes de juguetes españoles
Escaparate/Comarca. Aunque resulta aventurado establecer cómo está yendo la campaña de Navidad para el sector del juguete, desde AEFJ se piensa que este 2004, el consumo nacional no va a poder paliar el descenso de la facturación por la caída de las exportaciones ya que las ventas de juguete español no están creciendo al mismo ritmo del año pasado. Así se espera que el consumo nacional no alcance el 8% de 2003 aunque los datos no se tendrán hasta pasado el mes de enero.
José Antonio Pastor, director general adjunto de AEFJ, explica que el consumo interno está funcionando aunque no en las cifras de los últimos años pero que el problema se encuentra en las exportaciones que continúan descendiendo. El año pasado, los españoles gastaron 972 millones de euros durante todo el año en la compra de juguetes, pero el 72% se concentró en estas fechas. De ahí que resulte muy aventurado hablar de cómo se está portando el mercado.
Fines de semana distintos
El comportamiento del comprador de juguete durante los fines de semana está siendo muy irregular, explica José Antonio Pastor. Hay días en los que las ventas han “despuntado” mientras que otros, permanecen estables. A esta respecto, quienes más han facturado las últimas semanas han sido las grandes superficies, los centros comerciales y los almacenes por departamentos. Estos establecimientos crecen más rápido en venta que los pequeños comercios, aunque puede que a escasos días de la festividad de Reyes, las tiendas al detalle puedan incrementar sus ventas ya que los consumidores acuden a ellos por la falta de tiempo. “Es un modelo de compra diferente, el regalo de última hora”, aclara José Antonio Pastor.
Buenas expectativas para 2005
Si aventurado es hablar de este año, todavía lo es más hacerlo de 2005. Sin embargo, el director general adjunto de AEFJ se atreve a pronosticar que este año que empieza puede ser beneficioso para las empresas que fabrican en España o que importan con una marca propia, es decir la mayoría de las que existen en esta comarca. En este sentido, el producto perjudicado será aquél que los vendedores importan directamente.
Y esto puede ocurrir porque si tras hacer balance de este año las grandes superficies se encuentran con importante producto en stock se percatarán que importar no resulta tan beneficioso. Y es que influídos por el tipo de cambio, se ha producido una “fiebre importadora”, según explica Pastor entre los grandes establecimientos que en lugar de comprar el juguete a los fabricantes españoles contactan directamente con los extranjeros.
José Antonio Pastor explica que los beneficios aparentes por el tipo de cambio pueden convertirse en inconvenientes cuando se encuentren con bastante jueguete almacenado que no pueden devolver. Por contra los fabricantes españoles tienen mayor flexibilidad a la hora de producir y de adaptar el juguete a las necesidades del cliente. Por todo ello, Pastor considera que “si sobra producto, entonces los grandes almacenes se replantearán la rentabilidad de importar”.
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