El Ibi se ha hecho fuerte en su pista. Los sistemas de Danilo Martin responden a la perfección y los futbolistas se han acoplado a las directrices de su técnico. En la última jornada arrollaron a un endeble Sevilla, que sólo ofreció resistencia en la primera mitad. El juego de equipo y las múltiples rotaciones introducidas provocaron que los andaluces no fuesen capaces de seguir el ritmo y la estela local.

El encuentro arrancó con un Ibi metido en el choque y controlando la posesión de la pelota, mientras que el rival se ocupaba de destruir el juego. El único peligro que llegaba a la meta de José era en tímidas contras que nunca encontraban su fruto. El que pegó primero fue el Ibi por mediación de Sánchez Cava. La respuesta para los sevillanos llegó por mediación de Aarón, el mejor de los suyos en todo el partido. El resultado no era justo por los méritos de unos y otros, pero sobre el filo del descanso apareció el ejecutor en los lanzamientos desde la doble distancia. José Revert ejecutó con maestría el doble penalti.

Tras la reanudación llegó el vendaval juguetero y en siete minutos el electrónico reflejaba ya un claro 6-1. El Ibi plegó velas, seguro de su superioridad y comenzó a especular. Esta circunstancia facilitó que el Sevilla recortara las distancias, aunque sin inquietar a los locales. Revert y Carrión pusieron la sentencia y deleitaron a una parroquia que por fin conoce la verdadera medida que puede ofrecer su equipo.

El Ibi se sitúa ahora sexto en la tabla y respira, debido a que a falta de seis partidos la salvación comienza a ser una realidad. El próximo sábado el Ibi se enfrentará a domicilio al Talavera de la Reina.