por Juanjo Santoyo

La manifestación que el pasado sábado llenó las calles de Madrid pasará a la historia por ser la primera vez en la que la gente se tira a la calle no en pro de unos derechos, no contra decisiones gubernamentales que perjudiquen la estabilidad económica o social de los manifestantes, sino que esta vez, los pancarteros, decidieron que había que pelear contra los derechos que por fin van a tener otras personas.

La COPE, los curas, las monjas y las familias numerosas quisieron adornar con globos y confeti la más reaccionaria de las manifestaciones y el bochorno, que provocaba oir alguno de los comentarios que allí se hicieron, es indefinible. "Nosotros no tenemos nada contra los gays, no queremos que desaparezcan..." Menos mal que la señora matizó que no estaba por el exterminio de estos "pobres enfermos", porque de haberlo echo, seguramente al día siguiente no habría podido comulgar sin rezar tres avemarías. ¿En qué país vivimos?

"Tenemos derecho a un padre y una madre"... Señores, déjense de hipocresía!!! En este país la adopción monoparental está permitida!!! Pepe puede adoptar un crío sin ningún problema aunque viva con Juan, pero eso sí, el niño sólo será legalmente hijo de Pepe y si éste dentro de 10 años se muere, el crío, aunque Juan sea toda la familia que tiene, irá a un centro. La señora Pantoja, puede adoptar una niña como madre soltera, nadie lo impide, pero eso sí, si fuese lesbiana, su pareja tendría que conformarse con ser madrina de la niña... Una vez más se trata de que la realidad se esconda. ¿¿Por qué estos curas no se manifiestan contra el hambre, el maltrato a las mujeres o tantas y tantas cosas que SI IMPORTAN??

Pero no... No están contra gays y lesbianas... pero que sigan sin derechos y en sus armarios, hay muchos... pero que no se note.. que no hagan ruido.. al fin y al cabo ¿¿no son estos siervos del señor los mismos que han pedido durante décadas a sus feligresas que callasen las palizas de sus maridos??

Señores, este país es laico les guste o no. Y ahora, su cobarde acción, de ampararse en los niños para liarse las sotanas a la cabeza e insultar negándoles ser personas a una parte de la sociedad, deberían de pagarla "como dios manda", con una gran manifestación EXIGIENDO al Estado que deje de subvencionar a la Iglesia puesto que somos millones los españoles que no somos creyentes. Quien quiera

Iglesia y misa que se la pague, que yo si quiero ir al gimnasio o apuntarme al club de papiroflexia del arco iris me lo tengo que pagar. El homosexual que sale a la calle a manifestarse lo hace pidiendo simplemente ser igual. Las monjas, los curas, los políticos y las familias que salieron el sábado lo hicieron para algo bien distinto: humillar, ridiculizar y defender que se continúe marginando a unas personas que, al parecer, les escuece el simple echo de que respiren.