El aluvión de participantes registrado en la ‘Volta a la Foia’ desluce la prueba
C. GONZÁLEZ. IBI
Parece una contradicción, pero el elevado número de participantes que se registró el pasado domingo en la XIX Volta a la Foia echó por tierra todas las previsiones de la organización, el Club d’Atletisme Castalla, y ha motivado que la jornada sea recordada más por los involuntarios fallos que por el buen nivel deportivo. El presidente del club, José María Silvestre, destacó el sabor agridulce que ha dejado el evento. Por un lado se batieron todos los récords de participación de la historia de la prueba, pero el descontrol fue la nota predominante.
De una previsión inicial de 800 corredores, por motivos como el buen tiempo, el auge de la competición y casi un centenar de corredores que se colaron en mitad del recorrido en puntos como Ibi u Onil, se registró una participación cercana a las 1.300 personas (de los que 1.200 estaban inscritos) lo que agotó todo: los dorsales, la recepción de los corredores, las reservas de agua, el avituallamiento, los premios, las camisetas... Estas carencias motivaron la indignación de los deportistas, exhaustos por los 27,5 kilómetros del recorrido, ya que en algunos casos se quedaron sin comida y sin bebida. “Las previsiones nos las hicieron polvo”, reconoce Silvestre. “Cuando llegan 400 personas más de lo previsto lo desbordan todo”, expone.
Razones como que fuera posible inscribirse el mismo día de la prueba acrecentaron el descontrol. “Si eso nos hubiera ocurrido hace 15 días -añade- nada de esto hubiera pasado, pero cuando a falta de dos días se está apuntando la gente no hay tiempo”.
Con el factor tiempo pisándoles los talones lo único que pudo hacer la organización es reunir más agua en una jornada en la que el elevado calor pasó factura, “pero no fue suficiente porque la temperatura fue desastrosa”.
A pesar de ello el club ha aprendido la lección, y ha anunciado una serie de medidas para la próxima edición con el fin de que estos hechos no vuelvan a repetirse. Silvestre anticipó que prevén cerrar el plazo de inscripciones tres o cuatro días antes de la prueba; anunció más rigidez en los controles, “el que no lleve dorsal no recibirá nada porque si no le faltará a otro”; y dijo que los participantes de la prueba de marcha saldrán a la vez que los de la carrera. ¿Con esto que se consigue?: Dado que los inscritos en marcha van más despacio que los que compiten en carrera así se evitaría que se entorpezcan.
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